El bello rostro de Angelic era como un poema, lleno de asombro e incredulidad, Ella pensó que había escuchado mal. Ese hombre tan apuesto, tan elegante y a la vez tan frío, había sido el dueño de su corazón desde siempre. Él la dejó por otra mujer y eso rompió su corazón, no podía estar hablando en serio, simplemente no podía. — Tu te has vuelto completamente loco, ¿Quién te piensas que soy? ¡Hice todo para que me amaras, te di todo de mi, mi amor, mi primera vez, te di dos años de mi vida Dimitrir, ¿Y que hiciste tú? me deshechaste como si fuera algo que ya no te servía! — Lo siento, fui un imbécil, no te valoré, tuve que perderte para ver tu valor. Pero ahora lo veo todo claramente, aún puedo resarcir mis errores, ser mejor hombre para ti... Angelic, vamos a tener un hijo, estar juntos es lo mejor para él, criarlo juntos. Angy, lloraba, ese hombre siempre terminaba lastimándola. — ¡Eres tan cruel, Dimitrir, te quieres aprovechar del amor que te tuve para quedarte con

Angelic se fue a sentar detrás de su escritorio, no dejaba de leer y mirar la tarjeta. — ¿Qué pasa? Te has puesto un poco pálida. — Yuri se preocupó. — El obsequio... el obsequio es de Dimitrir, él lo ha enviado con esta nota que dice que... Lo he hecho el hombre más feliz por llevar a su bebé en mi vientre. — ¡¿Qué...?! ¿Ese demonio esta diciéndote palabras tan bellas? No te lo creo... — No creo que deba quedarme con esto, no lo voy a aceptar. — ¿Y por qué no? El es el padre a fin de cuentas, ¿Todavía crees que vas a poder evitar que esté cerca del bebé? Querida, lo conoces, ese CEO no es alguien que se deje robar nada, mucho menos un hijo, a su preciado hijo. Lo dijo así, ¿Cierto? — Después de todo lo que ha sucedido entre nosotros, es imposible que se borre todo y hagamos como que no pasó nada, lo que el me pide no puede ser. — Estás en todo tu derecho de mandarlo al diablo, en verdad que se lo merece, pero debes saber que aunque sigas tu relación con el CEO De

El CEO Black apretó su tenedor disimuladamente, no se esperaba esa petición, tampoco que su princesa estuviera pensando en casarse. El silencio que siguió se sintió un poco incómodo. — Papá, Doménico te hizo una pregunta. ¿Lo aceptas como yerno? — Pero... Tu nunca me hablaste sobre que quisieras casarte pronto, una pareja se tiene que conocer muy primero antes de dar un paso como ese. — Conozco bien a Doménico, tenemos tiempo saliendo, estoy enamorada de él, papá, queremos formar una familia, y para eso primero tenemos que casarnos. ¿Qué pero le pones? Es de muy buena familia, es un CEO exitoso y trabajador, me ama. ¿Qué es lo que le falta para que lo aceptes? El CEO Darkok, y el CEO Mendoza querían desaparecer en ese mismo instante, el suegro de su amigo claramente no lo aceptaba todavía. — No lo sé, cariño, esto es muy inesperado... ¡Domenico, desde que Stella te trajo aquí, no me diste buena espina, sabía que algún día me querrías robar a mi hija! — No me la qu