JULIA RODRÍGUEZMe quedé más tiempo del que esperaba viendo la prueba de ADN falsa y mis manos comenzaron a temblar. De pronto las manos de Santiago envolvieron las mías, motivándome a levantar mi atención hacia él.—Julia… —susurró mi nombre, pero yo retrocedí, terminando el contacto.—Necesito tiempo… —respondí casi sin aire. Sabía que era algo a lo que no podía negarme, pero eso no significaba que no me costaría hacerlo. —Tiempo, tiempo y más tiempo… —rezongó con fastidio torciendo los ojos—. Me agradas, te aprecio, pero creo que tardas mucho en tomar decisiones. Tienes corazón de pollo y eso no es bueno.»Pero descuida, yo te enseñaré a ser contundente, ya lo verás —aseguró y sus palabras me hicieron temblar. Era una amenaza disfrazada—. Si no le rompes el corazón a Matt, entonces no podré hacer nada, mi papá vendrá con la espada desenvainada, verá que él es el único obstáculo para que nos casemos y hará lo que mejor sabe hacer: matarlo. »¿Qué prefieres, Julia? ¿Que Matt se qued
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