La clase termino una vez más, de nuevo, frente a ella estaba Edmond Rohan, mirándola con aquella mirada misteriosa, profunda, como si estuviese perdiéndose en los oscuros abismos del océano que eran aquellos ojos castaños, su sonrisa varonil, elegante, que lo hacía lucir aún más atractivo, era solo para ella, era solo para que sus ojos lo apreciaran, como un secreto mudo entre ellos dos, recordando aquel sueño vergonzoso, sintió sus mejillas arder, ella y el…no, eso no, no quería, se resistía, ella no iba a enamorarse en medio de aquella misión que tenia para encontrar a su hermano, en sus muchas noches de dolorosa soledad, jamás deseo aquello, imaginaba su vida viviendo sola hasta envejecer y morir, ella no quería enamorarse, ella no quería nada de ello…y aun a pesar de repetirse aquello mentalmente una y otra vez, no podía evitar perderse en aquellos ojos castaños.Acercándose sin decir palabra alguna hasta el, miro sus labios carnosos, aquellos mismos que en sus sueños habían besad
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