Anna: Estaba entrando al palacio después de un silencio súper tenso dentro del auto, me sorprendí al no ver a la prensa en las afueras del palacio hambrientos de chisme. Yo por mi lado, no quise hablar con Levi en todo el camino, no quiera hablar con el, no quería mirarlo, no quería nada de el. Ya estaba cansada de todo esto, de luchar con el, asi que dejare que el haga lo que quiera, me comportare como la esposa que el espera pero de aquí en adelante, yo, Anna Gruber, dejaré de amarlo. Me va a costar demasiado hacerlo, pero es necesario, no quiero seguir sintiendo cosas por una persona que no me ama en lo absoluto, que además, me aborrece. Cuando estuve en el hospital, pude ver que se comportó como una persona decente, además de que me cuido y me ayudó en ciertas cosas. El cree que puede engañarme, sé que lo hace con la intención de parecer un buen esposo o buena persona, sé que lo hace por su propio beneficio, a el no le importa nada más que su tonta corona, puede que no entien

Anna: Estar entre todas estas personas no me hace sentir cómoda, algunos me miraban con recelo, otros con curiosidad y algunos con indiferencia. Supongo que es porque no soy de la realeza como tal, soy una sirvienta por así decirlo. Aun así mantuve la compostura, salude a las personas que lo hicieron conmigo de manera educada. Levi no se ha despegado de mi un solo segundo, ha estado a mi lado desde que llegamos a este coctel, ha procurado que yo coma o no beba alcohol, el sabe que no me gusta beber, eso no es lo mio. Esto de las causas beneficas me gustaba mucho, sabia que existian, pero no sabia de que consistían, me parece algo muy lindo que quieran ayudar a los niños con cáncer, ya sea con dinero o insumos médicos, me parece algo tan lindo. —Levi —el me miró—, ¿también ayudan a los orfanatos?—Si, cada diciembre hago donaciones para algunos orfanatos, ya sea con ropa, útiles escolares y esas cosas.. —No sabía eso.—Ahora lo sabes —sonrió un poco—, cuando tengas a tu asistente

Anna: Miraba aquellos anillos sobre mi dedo, me quedé un momento así, viendo las valiosas joyas que algún día creí no tener. Escuche toda la conversación que tuvo Levi con Frederick, lo escuche cuando dijo que seguía amando a Cassandra, también cuando dijo que quería mi perdón, que quería esforzarse, de verdad creí que el estaba tramando algo, pero se escuchaba sincero. Cuando tuvimos sexo, fue increíble, yo hice las cosas que siempre desee hacer con el, disfrute estar entre sus brazos y por primera vez, pude tener el control en todo esto, luego que terminamos el se quedo dormido a mi lado, me abrazo, se acurruco a mi y eso me hizo sentir demasiado especial, no quería que esa magia se rompiera, pero llego a mi la realidad, una que me cayó como balde de agua fría, recordé los tratos hacia mi, sus gritos, su mirada de desprecio y cuando me dijo que le daba asco. Todo eso me hizo reaccionar así que me fui de su habitación, quería que sintiera lo que yo sentía cada vez que se iba y me

Anna: Le pedí a Levi que nos fuéramos de la fiesta, no quería seguir topandome con nadie mas en este momento. Ahora estábamos caminando por los alrededores del palacio tomados de la mano, debo decir que esto me calmaba muchísimo, éramos solo los dos, ya que la seguridad estaba bastante apartada de nosotros. La noche estaba hermosa y fresca.Hablar con el sobre lo que sentía fue bastante reconfortante, pude desahogarme como quería y se sintió muy bien hacerlo porque pude expresar mis sentimientos hacia el. No iba a ocultarle lo que sentia, lo que seguia sintiendo por el, porque es algo que no puedo negar ante nadie, porque llevo demasiado tiempo enamorada de el. Tenía que serle honesta. También le dije que me costara demasiado perdonarlo, puesto que no era sencillo hacerlo, no después de todas las cosas que me dijo. —Voy a luchar por ello —me dijo—, voy a hacer lo que esté en mis manos para que me perdones —acarició mi mano con su dedo—. Voy esforzarme —me sonrió— ya verás.—Esper

Anna: No quitaba la mirada del televisor, estaba viendo el programa de chismes o más bien uno de los programas de chismes del País, de los muchos que han hablado pestes de mi, ellos estaban pidiendo disculpas públicamente, unas disculpas hacia mi, que no se escucharon sinceras, pero al menos lo están haciendo. Las revistas, los medios de comunicación, la radio y todo ello, habían ofrecido disculpas por haber hablado o inventado cosas sobre mi, aquello me hizo sentir bien, mas no del todo porque ninguna de esas disculpas fueron sinceras. Todo lo hicieron por presión seguramente. Pero estaba aliviada de que ellos dejarían de hablar mal de mi. Aunque eso no quita todo lo que dieron, porque de verdad fueron palabras realmente hirientes. Cada artículo que sacaban era peor que el anterior, decían cosas de mi que no eran ciertas, daban datos totalmente erróneos y hablaban como si ellos me conocieran, realmente estaba harta de esto, harta de que las personas comentaran algo sobre mi, cosa