CAPÍTULO 23. Del miedo al alivio y de regreso
CAPÍTULO 23. Del miedo al alivio y de regresoMaggie apenas alcanzó a decir un "me siento..." antes de que sus piernas la hicieran colapsar sin dignidad. Jackson la atrapó justo a tiempo, con el corazón acelerado porque ninguno de los dos estaba particularmente entusiasmado con aquella boda, pero no era razón suficiente para desmayarse.—Maggie. Maggie, ¿qué te pasa? —preguntó, con voz ronca, agachándose mientras la sostenía como si fuera de cristal.Ella jadeaba. Sus ojos estaban abiertos, pero su mirada vagaba como si tratara de enfocar otra dimensión.—No puedo... no puedo respirar bien...Jackson frunció el ceño, revisándola con toda la prisa de un médico experimentado . Le corrió un mechón de cabello sudoroso de la frente y fue entonces cuando lo notó: unas manchas rojas que le subían por el cuello, como si la piel hubiera decidido hacer una obra de arte abstracto sin su permiso.—Dios santo. Estás teniendo una reacción alérgica —exclamó asustado y le abrió un poco el vestido, co
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