CAPÍTULO 141: LAS MÁSCARAS DEL PODERVanessaNada en este mundo se consigue sin dos cosas: poder y apariencia. El primero se construye con astucia, el segundo, con una buena máscara.Hoy uso la mejor que tengo.Sonrío ante los flashes de las cámaras en este salón decorado con flores blancas, globos azules y pancartas que dicen "Por la infancia del futuro". A mi lado, el supuesto director de una ONG que apenas existe me agradece con un apretón de manos. No me interesa cómo se llama, solo necesito su firma, su rostro junto al mío, y su disposición a recibir los fondos que Gregory me ha facilitado a través de esas cuentas que él cree que no he tocado. Todo el evento es una farsa, pero una farsa útil, limpia y rentable.—Eres un ángel —me dice una de las voluntarias, una pobre mujer de voz suave y ojos emocionados.Le sonrío con dulzura, qué fácil es engañar a los idiotas.Horas después, entro al edificio de Kingsley Enterprise como si aún me perteneciera. Y en parte, lo hace, porque aunq

CAPÍTULO 143: EL JUEGO QUE ARDEVanessaMe deleito viendo el video una vez más. La expresión de Maddison cuando me lanzo al suelo fingiendo debilidad es perfecta. Justo cuando se abalanza sobre mí, capturo su peor ángulo, su rabia desbordada, sus gritos sin sonido y mis manos elevándose con aparente terror. Es arte, un cuadro dramático listo para incendiar las redes.—Córtalo justo después de que ella me golpea —le ordeno a uno de mis asistentes—. Quiero que la parte donde la separan y yo estoy en el suelo se repita, que parezca una bestia sin control. Y súbelo desde las cuentas que usamos para las campañas de difamación, esas que tienen nombres de mamá soltera, feminista dolida o lo que sea que ahora las haga sentir validadas.Él asiente, obediente, asiente sin siquiera mirarme a los ojos. Me gusta que me tengan miedo, significa que aún tengo poder.Tomo una copa de vino, me acomodo en el sofá y cruzo las piernas con elegancia. En menos de quince minutos, el video ya está circulando c

CAPÍTULO 145: EL TESTIGO QUE FALTADerekUnos días después…No sé cuántas veces he leído la carpeta frente a mí, pero ninguna me prepara para la gravedad de lo que estoy a punto de hacer. Mi abuelo está sentado al otro lado del escritorio, con el ceño fruncido y las manos entrelazadas sobre sus rodillas. A su lado, el investigador privado revisa unas notas sin levantar la vista. El silencio pesa como plomo.—¿Estás seguro? —pregunta Jonathan por fin.—Tan seguro como estuve el día que firmé el divorcio con Vanessa —respondo sin vacilar—. Esto ya no se trata de lo que quiero o no quiero. Se trata de la verdad.El investigador asiente y me extiende un nuevo informe. En la parte superior está el nombre de un hospital que ya me resulta demasiado familiar: St. Martin’s Children and Maternity Center. Un lugar que debería haber estado vinculado a mi nacimiento, pero no tiene registros de Vivian ingresando como paciente aquel día.—Se llama Peter Hale —dice el investigador—. Ex enfermero jefe

CAPÍTULO 147: LA GRIETA LEGALMaddisonCuando el teléfono suena y veo el número de la fiscalía en la pantalla, siento que el corazón se me detiene. Por un segundo pienso que es otro escándalo, otra denuncia, otra mentira más que tengo que desmentir, pero al contestar, la voz al otro lado me habla con una calma que me sobresalta.—Señora Evans, soy el fiscal Ramírez. Solo quería informarle que, gracias a la presión ejercida por el señor Kingsley y la auditoría forense en curso, hemos reabierto su expediente. El caso está siendo revisado nuevamente.Me quedo en silencio.—¿Eso significa…?—Significa que existe la posibilidad de limpiar su nombre oficialmente, pero también quiero ser clara con usted: necesitamos testimonios, pruebas sólidas, y por ahora, la gente implicada sigue negándose a colaborar. Oh y… su tía, la señora Eleanor, tampoco ha colaborado en el caso de su hijo desaparecido.Me muerdo el labio, agradezco la llamada y cuelgo, con los dedos temblando. Miro por la ventana de

CAPÍTULO 149: LOS RESTOS DEL NOMBREDerekNo dejo de mirar el celular, pero aun nada. Ni un mensaje, ni una llamada. Maddison no ha escrito desde que fue a la agencia de adopción, me dijo que me esperaría allá, que quería que estuviéramos juntos cuando reciba la información… pero no pude llegar.No porque no quisiera.Estaba de camino cuando Patrick me llamó, la auditoría terminó, encontraron todo. Cada rastro del fraude, cada movimiento sucio firmado por Vanessa y respaldado por Vivian.Mi abuelo también llamó.“Es hoy, Derek. Hay que hacer la reunión. Tienes que estar aquí.”Tuve que elegir… mi familia… o la empresa. El presente… o el pasado.Y aunque mi cuerpo está en esta sala de juntas, mi mente sigue allá, imaginando a Maddison sola, sosteniendo un sobre con el nombre de nuestro hijo. Si lo encontró, si no, si hay esperanzas… o solo más dolor, pero no puedo distraerme ahora. Esto también es por ella, por nosotros y el futuro.La sala de juntas está más silenciosa que nunca. Ni s