*—Callum:Dominick se inclinó sobre él, sujetándolo con firmeza por las caderas, y rozó su erección gruesa y pesada contra la entrada húmeda y palpitante que se contrajo al instante, como si lo reconociera. El contacto fue un relámpago directo al centro del cuerpo de Callum, que alzó las caderas, desesperado, necesitado, tembloroso.—Por favor, Dominick… —suplicó con un hilo de voz, la garganta seca y los ojos vidriosos—. No me hagas esperar más…Dominick gruñó, una mezcla de deseo y ternura vibrando en su pecho, y bajó la cabeza hasta sus labios para devorarlo en un beso abrasador. Su lengua invadió su boca como preludio de lo que vendría después, mientras sus caderas empujaban con lentitud, pero sin tregua. Callum gimió contra sus labios, y luego soltó un grito cuando sintió el glande abrirse paso, presionando su entrada con firmeza, reclamándolo desde el primer centímetro.Su cuerpo se arqueó de inmediato. El ardor dulce del estiramiento le robó el aire, lo hizo temblar desde las p
Leer más