Al día siguiente cuando desperté, intente levantarme de la cama, pero me dolía todo el cuerpo, ya que la noche anterior mi marido me hizo el amor, de una forma demasiado brusca y mi cuerpo casi no me correspondía, aunque sabia que tenia que levantarme, porque deseaba ir a la casa de Adrian, necesitaba saber como se encontraba mi pequeña Silvia. Cuando conseguí ponerme de pie, me fui al cuarto de baño para ducharme, prepare los grifos dejando caer algo mas caliente para relajarme, duchandome seguidamente, al terminar, volví al dormitorio para ponerme un vestido y la ropa interior, marchando una vez que ya estaba arreglada. Me fui hacia la cocina, cruzando antes el despacho de Carlos llamándome él, haciendo que entrara, viendo a dos de sus socios sentados en los sillones— ¿A dónde vas? — me pregunto mi esposo— A dar un paseo, necesito que me dé el aire, ¿te importa? — pregunte, viendo en ese momento a Carlos levantandose de su sillón para acercarse a mi— Ahora eres la esposa de un ma
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