Todos los invitados y nosotros, los novios, nos sentamos en las mesas que los maitres nos decían, una vez que ya estabamos en nuestras mesas, sirvieron la comida, sirviendo después el café y por orden de Carlos y de su madre, repartieron un trozo de tarta a cada uno de los invitados que deseaba, siendo otra clase de postre para los que no deseaban la tarta.
— Ven conmigo, salgamos de aquí — me dijo Carlos cogiendo mi mano, levantandome de donde estaba sentada
— ¿Dónde vamos? — pregunte, mientras mi nuevo marido me llevaba hacia la zona de los ascensores
Cuando llegamos, había dos sicarios esperandonos en uno de los ascensores, entrando Carlos y yo dentro observandonos el sicario que había. Me pusieron un antifaz en los ojos, sin decirme nada, ademas de que no comprendia que estaba sucediendo
— Ahora mis hombres te van a llevar a una planta donde te espera un importante hombre, quiero, escúchame bien Elizabeth –dijo Carlos poniendo su mano en mi cuello apretando– quiero que hagas tod