Todos los capítulos de Mi cruel esposo: Cayendo en su trampa: Capítulo 101 - Capítulo 110
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Capítulo 101: Mensaje contundente.
No tuve que esperar mucho para que Erika se quedará dormida, en menos de diez minutos la pastilla hizo su efecto y se encontraba de lado, respirando lentamente, con su cabello cubriendo parte de su rostro. Tuve que bajarme de la cama lentamente. ¿Por qué? Porque quise, ya que Erika no se iba a despertar por eso. La arrope hasta los hombros y la contemplé durante un breve segundo, observando lo que habían hecho con mi mujer, en quien la habían convertido, como la habían reprimido. Había cambiado mucho desde nuestra etapa universitaria y aún así la amaba, pero no era ciego, parte de su personalidad se debe a las experiencias y maltrato a las que estuvo expuesta esta última década. La amaba tal cual era y pensé que lograría odiarla porque ya no era la misma mujer de la que me enamoré en el pasado, pero no fue así, seguía sintiendo lo mismo. Sé que en el momento que sane, su personalidad cambiará y yo sentiré lo mismo por ella, por eso, no tengo miedo que cambie, siempre y cuando mej
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Capítulo 102: Pesadilla vivida.
••Narra Erika••―¡Erika, despierta! ―gritó Derek. Era su voz―. ¡Auxilio! Abrí los ojos con prisa al escuchar los gritos desesperados de Derek, estaba pidiendo ayuda. Me levanté de la cama como un relámpago, sintiendo un ambiente cargado a mi alrededor, como si fuera artificial pero tan real. ―¡Erika! ―Los gritos continuaban. Jamás había escuchado d Derek gritar de esa forma. No eran a sus gritos de ira a los que estaba acostumbrada. Eran de miedo puro y crudo.La voz se escuchaba que venía de su Vestier. ―¡Derek! ―Corrí a por él, entrando de golpe a la habitación. Un líquido caliente mojó mis pies descalzos y terminé resbalando sin poder agarrarme de nada. Terminé en el piso, con el líquido escurridizo bañando mis, piernas, mis brazos y parte del camisón. Moví las manos en el charco, que había comenzando a tornarse rojo. El olor a hierro invadió mis cosas nasales. Era sangre. Las palabras murieron en mi garganta, no pude decir nada, como si un ladrón me hubiera robado la voz.
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Capítulo 103: Dolor intenso.
Un día. Pasó un simple día y yo sentí que fue una eternidad. Nos encontrábamos cenando, llenando el silencio con los sonidos de los cubiertos.No me atreví a contarle mi pesadilla. No tenía que preocuparlo demás por temas que no se pueden solucionar. Desde que asumió su papel como mi esposo, le he traído más problemas que beneficios. Su vida antes de atarla a la mía, se había basado en desflorar herederas y amasar fortunas. Y gracias a mí, nuestro entorno se había convertido en caos, matones, visitas recurrentes al hospital, peleas y problemas. Tuve que aceptar que me pusiera dos guardaespaldas cuando tenga que salir de la mansión. Aunque me dejó claro que preferiría que no lo hiciera. Pero mi reposo vence mañana, tengo que volver a la oficina. ―No te tienes que preocupar por ese hombre, ya no puede lastimarte ―declaró Derek, respondiendo la pregunta que no me atrevía a hacer. Sabía que Derek tenía a Divarios en alguna parte, pero no estaba al tanto de donde ni qué le estaría ha
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Capítulo 104: El olor del amor.
Estaba lista para dormir, con mi pijama puesta y el malestar en el brazo. Pero Derek no parecía querer lo mismo. Estaba en el sillón de la habitación, con la laptop en las piernas. Me arrope y me quedé mirándolo mientras trabajaba. Jamás me había sentido tan nerviosa por dormir, demasiado inquieta para mi gusto. Pero es que, las imágenes de mi pesadilla anterior no dejaban de atormentarme cada vez que cerraba los ojos. No quería dormir y volver a ver a Derek muerto, asesinado en manos del señor Martín. ―¿No tienes sueño? ―preguntó con su mirada fija en la pantalla. Me removí en la cama, incomoda. No sabía cómo acercarme a él. Jamás tuve novio y rechazaba fácilmente a los interesados de serlo. ―Te iba a preguntar lo mismo. No sabía cómo ser melosa y no estaba acostumbrada a pedir cosas o a recibirlas. ―Estaba terminando de revisar unos informes de mis jefes de equipo ―Se tronó el cuello y volvió a fijar su vista en la pantalla. Jugué con las sábanas, moviendo mis dedos
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Capítulo 105: Instructor de defensa personal.
Esperaba no haber despertado a Derek, ya que tuve dos pesadillas anoche. Pero no pareció ser el caso, ya que se encontraba plácidamente dormido a mi lado. En la ventana se dibujaba la luz del sol, pero no estaba tan caliente, lo que significaba que aún era temprano. Al bajarme de la cama, sentí una leve punzada en el brazo que me agarró desprevenida. Me tragué el quejido y no tuve más remedio que continuar adelante. No importaba la cantidad de infusiones que tomaba, la molestia no se iba. Y a este paso, siendo que es algo que me acompañará de por vida. Según la doctora, ya mi mano está sana y puedo usarla libremente para alzar, golpear o mover lo que sea, pero cada vez que hacía una de esas cosas, el cosquilleo y la sensación de cientos de agujas pinchando mi hueso se instalaba durante horas. Me di un baño de agua fría y me vestí. Al volver a la habitación Derek no estaba. Escuché la ducha de su área personal y sumé dos más dos. Lo esperé para bajar a desayunar juntos. ….. Una v
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Capítulo 106: Fuera de control.
Derek me había comprado una férula deportiva para la muñeca y el antebrazo. Sentía la mano muy quieta, rígida y apretada, pero el malestar era menos intenso.Habíamos adaptado el gimnasio personal de Derek para mayor comodidad. El primer día nos dedicamos al calentamiento y conocernos un poco. En la segunda sesión si comenzamos con algunas posiciones básicas y golpes, pero nada fuera de lo común y evitaba usar mucha fuerza, lo cual me hacía más lenta al implementar las tácticas implementadas. Por más que la doctora haya dicho que estoy bien, sentía esa serie de corrientazos al ejercer presión o fuerza desmesurada.Derek venía a ver de vez en cuando.Al terminar la rutina y despedirme de la profesora, fui a la habitación. Me quité la férula con cuidado, sintiendo la zona palpitar. Me tomé un analgésico y un anti
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Capítulo 107: Celos a flote.
De un lado a otro. Con sabana, sin sábana. Con almohada, sin almohada. Boca arriba, boca abajo.No importaba que posición me pusiera, no lograba dormirme. Y mucho más, porque tenía al enemigo al lado, durmiendo plácidamente.La punzada que sentía en mi antebrazo, retumbaba en el hueso reconstruido. Y no hallaba que lo calmara. Ni los malditos remedios naturales que me estaba dando Derek, ni los inútiles analgésicos sin receta. Lograban calmar parte del dolor, pero no se iba en su totalidad.Mi cuerpo se sentía en un estado de alerta descomunal, incluso, llegué a temblar por razones desconocidas. Mi cuerpo estaba jugando en contra, me sentía fuera de mí.―Duérmete ―La voz adormilada de Derek llegó a mis oídos.Lo miré. Continuaba con los ojos cerrados. Su mano me buscó, pero yo lo aparté.Seguía molesta. No hab&
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Capítulo 108: ¿Infiel?
Parpadeé, insólita. Las palabras de esta mujer retumbaban en mi cabeza. Sentí que el oxígeno dejó de circular en mis pulmones y que la razón perdió la batalla. El pecho me dolía fuertemente. ―¿Buenas? Señor Fisher, ¿está ahí? Unas manos sujetaron mis caderas, manteniéndome en el lugar. De pronto, una de las manos de Derek fue al celular en mi oreja. No pude ni reaccionar. Estaba anonadada ―Diga ―respondió con voz ronca. Nuestros rostros estaban a milímetros de distancia. Su brazo rodeaba mi cintura. Incluso, me estrechó aún más a su pecho desnudo y caliente. Me quedé viendo su rostro, detallando sus rasgos, preguntando si era un impostor quién tenía en frente. Desconocía el hombre que tenía mi cintura agarrada y que se negaba a verme a los ojos. ¿Me está engañando? ―Sí, sí ―respondió con prisa, desviando la mirada.“Sí, sí” La mujer le debe estar preguntando si debe venir esta noche después de que me duerma. ¿Él acaba de acceder? El corazón se me estrujó como papel. Era im
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Capítulo 109: ¿Fue un plan desde el inicio?
―¿Desde cuándo? ―pregunté, tratando de no sonar herida―. ¿Fue solo con Sophia o hay más? ―Erika, no te estoy engañando con nadie. ¿Sacas todas esas conclusiones solo porque me llamó una empleada? ―Se levantó de la cama. Por suerte, tenía un pantalón de pijama. No sabría muy bien que hacer si lo encontraba desnudo. Aún no me acostumbraba a verlo en todo su esplendor.. ―Deja de mentirme ―supliqué, cansada. Y entonces, se me vino a la mente. ¿Y si todo esto era un plan? ¿Quería enamorarme para luego lastimarme de esta manera porque lo rechacé en el pasado? ¿Siempre estuvo en sus planes serme infiel, humillarme? ¿Se divertía burlándose de mí mientras estaba con otras mujeres? Los pensamientos eran mucho más horrorosos según pasaban los segundos. Me invadían más y más dudas. ¿Jamás me amó? ¿Me enamoró y me encerró en un trato matrimonial para no poder escaparme y tener que soportar sus infidelidades? ―¿Era parte de tu plan? ¿Querías enamorarme y después serme infiel? A pesar de todo
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Capítulo 110: Encerrada en el gym
Descansé la espalda contra la puerta, sintiendo la vibración de los golpes y mi corazón latir con prisa, a punto de salirse de mi pecho. ―Erika, escuché cuando entraste. Abre. Necesitamos hablar. Mantuve la calma. Yo; estaba en una habitación con seguro y con mi peso funcionando de refuerzo. Él; estaba del otro lado de la puerta con sus bolas adoloridas. No lograría entrar.―¡No tengo nada que hablar contigo, infiel! ―Le grité.―¡Erika, no te he sido infiel! ―gritó, pero su voz no era potente como de costumbre. Me preguntaba si la voz le cambió por el golpe en las pelotas o porque no quería que sus empleados escucharán―. Sal para que hablemos de esto. Creo que algunas de las infusiones que estás tomando te crea alucinaciones, porque estás diciendo puras incoherencias. ¿Me estaba llamando loca? ―Yo sé perfectamente de lo que estoy hablando. No dejaré que me trates de loca. ¡Y que no se te olvide que estoy tomando esas infusiones por tu culpa! ―Erika ―respiró profundo, usando un to
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