―¿Desde cuándo? ―pregunté, tratando de no sonar herida―. ¿Fue solo con Sophia o hay más?
―Erika, no te estoy engañando con nadie. ¿Sacas todas esas conclusiones solo porque me llamó una empleada? ―Se levantó de la cama. Por suerte, tenía un pantalón de pijama. No sabría muy bien que hacer si lo encontraba desnudo. Aún no me acostumbraba a verlo en todo su esplendor..
―Deja de mentirme ―supliqué, cansada.
Y entonces, se me vino a la mente. ¿Y si todo esto era un plan? ¿Quería enamorarme para luego lastimarme de esta manera porque lo rechacé en el pasado? ¿Siempre estuvo en sus planes serme infiel, humillarme? ¿Se divertía burlándose de mí mientras estaba con otras mujeres?
Los pensamientos eran mucho más horrorosos según pasaban los segundos. Me invadían más y más dudas. ¿Jamás me amó? ¿Me enamoró y me encerró en un trato matrimonial para no poder escaparme y tener que soportar sus infidelidades?
―¿Era parte de tu plan? ¿Querías enamorarme y después serme infiel? A pesar de todo