— Walter… de verdad me sorprenden y me conmueven mucho tus palabras, pero creo que vamos bien, lo que digo es… que el doctor Davis lo tiene cubierto, no quiero ser una molestia… — Ella comenzó a hablar, pero Walter negó con la cabeza.— Lara — Su suegro la interrumpió a mitad de discurso — No es una opción, no les estoy dando mi opinión, les estoy diciendo que me encargaré personalmente de la cirugía del niño, no puedo permitir que un miembro de nuestra familia esté padeciendo tantos tropiezos para operarse, además, claramente Teodoro la necesita con urgencia, así que haremos lo que esté en nuestras manos — Explicó con la behemencia de un hombre acostumbrado a que se obedezcan sus órdenes. A Lara se le secó la boca, ¿De qué estaba hablando? ¿Estaba insinuando comprar favores? La chica no se atrevió a decir nada más, pero sintió algo de temor, ¿Habría estado equivocada en cuanto a Walter y a sus hijos? Entonces si tenían todos un lado oscuro y ella había estado echandolo sobre Rowdy na

La consulta con el médico los dejó muy preocupados, pero no podían hacer nada hasta recibir las noticias de los estudios.Ambos caminaron en silencio de regreso al consultorio de Walter y hallaron a Rowdy y a su mujer todavía ahí, hablando banalidades con tanto ahínco, como si se tratara de la cura contra el cáncer.Lara hizo todo lo posible por disimular su indignación, pero Waylon no pudo esconderlo, era demasiado diáfano como para que no se notara su molestia.Rowdy se le quedó mirando como si le ofendiera la actitud de su hermano ante sus comentarios tan poco delicados en el lecho de enfermo de su padre.— ¿Tienes algún problema hermano? Te noto algo… incomodo… — Le dijo con voz viperina.Lara apretó su agarre en el brazo de su esposo con cautela, indicándole que no se dejara llevar por las provocaciones de Rowdy.Waylon ni siquiera quiso mirarlo al contestar, lo menos que quería era causarle un disgusto a su padre, y menos después de las recomendaciones médicas.— Ninguno, solo es

Lara dejó escapar el aire más aliviada, aunque, ahora las cosas entre ella y Waylon eran reales y su relación comenzaba a crecer, no había nacido de forma natural y le preocupaba que las mentiras y falsedades que, ambos habían estado tejiendo a su alrededor desde que hicieron su trato de casarse por contrato, comenzaran a inflarse demasiado, explotándoles eventualmente directo en la cara.Lo bueno de todo esto, era que a Walter parecía caerle bien de forma genuina, eso era un punto a su favor, pero ahí estaba Rowdy metiendo cizaña a cada paso y buscándole la zancadilla para hacerlos caer… sobre todo a ella.Era como si le hubiera declarado la guerra de manera frontal y sin previo aviso, ¡Como si estuviera dispuesto a hacerle la vida un infierno porque sí!— Bueno, supongo que ustedes necesitan un tiempo a solas para hablar y descansar — Walter le dijo a Waylon, y este le devolvió un asentimiento como respuesta — Puedes irte con tu mujer, hijo, les estoy muy agradecido.— Que pases bue

— ¡No! — La rubia lo tomó del brazo con fuerza impidiéndole salir de la habitación — ¡Espera! ¿Qué es lo que quieres para dejar nuestras vidas en paz?Las comisuras de los labios de Rowdy se elevaron en una sonrisa retorcida y siniestra helándole la sangre a la chica que permanecía inmóvil en el suelo y esperaba lo peor.— Pensé que nunca me lo preguntarías, preciosa — Pasando sus dedos sobre los labios de la Lara de forma lujuriosa — Creo que voy a disfrutar mucho todo esto, querida… — Zafándose de su agarre y echando a andar fuera.— ¡Rowdy, dime!— ¿Ya estás rogando? No te preocupes, ¡Te lo diré cuando y como yo lo decida!Ella lo vio desaparecer por la puerta mientras su corazón se aceleraba aún más de lo que ya estaba, no podía creer que fuera tan ruin.Lara se levantó del suelo y se acercó a la puerta para cerrarla, pero Waylon venía de regreso.— Creí que te ibas a dormir… — Le dijo al ver de pie junto a la puerta.— Sí, así era, pero me preocupó que no estuvieras, ¿Pasó algo c

La chica se retorció con desesperación tratando de zafarse de su agresor, pero esto solo hacía que el muy desgraciado de Rowdy se emocionara más regodeándose en sus cinco minutos de triunfo sobre su víctima.— ¡Quieta! — Siseó en su oído con voz chillona y lasciva — No voy a hacerte nada que no te guste, ¡Lo prometo! — Mientras la sujetaba con firmeza con una mano en el cuello, y ella sentía como la estrangulaba apretando de a poco su agarre.— ¡Te lo ruego, suéltame! Haré lo que quieras, pero no me lastimes… — Apenas pudo articular lo suficiente como para que él la entendiera.— ¿Qué dices? Es que no puedo oírte con ese llanto estúpido tuyo, ¿Acaso te doy tanto asco? — Bufó contra su oreja, aplastándola con su cuerpo contra la pared — Mi hermanito no te