Durante los próximos días, así como Lara estuvo constantemente al lado de su suegro para ayudarlo en su proceso de recuperación, Waylon se dedicó a observar el comportamiento de la chica, le aterraba el pensar que quizás algo había detonado algún tipo de terror subconsciente y que, todo lo que sentía como una persecución a su persona lo estuviera imaginando.Rowdy lo notó. No fue difícil darse cuenta de que su hermano se había convertido en la sombra de Lara, pero estaba seguro de que la rubia mantenía todavía la boca cerrada con respecto a sus amenazas porque, de otro modo, ya Waylon habría arremetido contra él, y seguramente no sería lindo.— Creo que deberíamos pedir una cita con el psicólogo… — Waylon le sugirió a Lara en algún momento de las tantas visitas constantes al hospital, tanto por asuntos de salud de Walter, como las de Teo.Lara se le había quedado mirando intrigada.— ¿Con un psicólogo? No te entiendo… — Poniéndose de pronto un poco a defensiva, ¿estaría pensando en qu

La velada en el estudio no fue más amable que la del comedor, comieron el postre, tomaron un trago y conversaron largo rato, pero la conversación giró sobre todo alrededor de la pronta cirugía de Teo, mientras Ashley continuaba con los ojos sobre Waylon y se fruncía de envidia cada vez que él tenía algún gesto amable y cariñoso con su mujer.Walter apenas notó el desagrado de su nuera, estaba demasiado contento con la noticia sobre la intervención quirúrgica del pequeño como para detenerse a mirar las malas caras de Ashley.Además, había llegado a conocerla lo suficiente como para saber que la mujer de su hijo adoptivo nunca estaba contenta con nada, siempre quería más y más, y ahora lo que anhelaba era ser el centro de atención, o al menos eso decía el informe que su investigador privado le había hecho llegar con cada entrega semanal desde que se dedicó a investigar a cada una de las mujeres por separado. Decía que era una chica de carácter voluble, con grandes ambiciones monetarias

—¿Familiares de Teodoro Santa Cruz? — Una enfermera salió a preguntar y Lara levantó el rostro con la mirada inflamada y llena de angustia.—¡Nosotros! — Waylon levantó la mano — Aquí, señorita.—¿Cómo está mi hermano? — Lara se apresuró a preguntar levantándose del suelo lo más rápido que pudo en dirección a la mujer de blanco y azul.—El paciente está fuera de peligro — Comenzó por informar, y Lara sintió como sus pies volvían a pisar sobre el suelo firme mientras la mano de su marido la abrazaba por la cintura — el doctor Davis les manda a decir que pueden estar tranquilos, la intervención ha sido todo un éxito.—¡Gracias Dios! — Ella exclamó aferrándose a los brazos de Waylon.—Por ahora estará en la sala de recuperación, se ha enfrentado a una cirugía muy riesgosa, por lo que es necesario que mantenga cuidados especiales, la verdadera victoria estará en su reposo, así que por ahora él no podrá recibir visitas, les avisaremos cuando sea oportuno.Lara se aferró a los fuertes brazo

Dos días después, Waylon recibió una llamada del hospital, él se había levantado temprano para llevarle algo de ropa limpia a Lara y el desayuno recién hecho de manos de Susan cuando su móvil rompió el silencio.— ¿Aló, cariño?— Waylon, tengo buenas noticias, el doctor Davis va a permitirnos trasladar a Teo hasta una habitación normal, ¡Ya no estará más en cuidados intensivos! — Le dijo con la voz cargada de emoción.El hombre se llevó la mano al pecho y respiró profundamente.— ¡Eso es maravilloso, Lara!— ¿Verdad que sí? Ya no veo la hora en que podamos llevarlo a casa.— Ni yo… — él comentó más para sí mismo que para ella, en realidad esa última semana desde la cirugía del niño Lara se había apartado drásticamente de él, y no era por ser egoísta o insensible, pero la extrañaba mucho, y deseaba que ella regresara para ser la feliz pareja que habían comenzado a ser desde que decidieron demostrar sin ambages el amor que se profesaban el uno al otro.— Te cuento más tarde como va todo

Waylon continuaba de pie frente a la puerta de la casa de huéspedes con las manos empuñadas a los lados del cuerpo y los músculos tensos, como una fiera a punto de lanzarse sobre su objetivo.Ashley levantó la mano en señal de calma y le habló con cuidado.— Él no está aquí… pero puedes entrar y esperarlo… — Abriendo por completo la puerta y señalándole hacia dentro.El hombre se lo pensó dos veces antes de acceder, pero estaba tan enfurecido que simplemente terminó por entrar. Ashley cerró la puerta tras él después de verificar que estaba solo y que su mujer no lo seguía.— Dime en dónde está, Ashley, ¡No intentes negarme su paradero! — Le dijo dando un paneo general a la casa con la vista.— No está aquí, Waylon, y si estuviera no iba a negártelo, en verdad puedo intuir cual es el motivo de tu… visita…— ¿Cómo puedes saberlo?— No es muy difícil de imaginar — Le contestó encogiéndose de hombros mientras se acercaba al bar para servirse una copa.En realidad, no estaba segura de nada,