Todos los capítulos de Embarazada por Accidente de los Mellizos de CEO: Capítulo 151 - Capítulo 160
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Capítulo 151: ¿Qué haces aquí, Nadia?
LUCIEN BLACKWELLCada vez que me metía a mi invernadero me gustaba poner algo de música clásica. Había escuchado que ayuda mucho en el crecimiento de las flores, tal vez por eso las rosas florecían de esa manera, con tantos pétalos que le daban una apariencia esponjosa, y de un rojo oscuro, como el de la sangre venosa. ¿Cómo lo sabía? Porque también como asesino se aprende mucho. No es lo mismo cortar la vena yugular que la arteria femoral. El color, la presión y el tiempo de muerte son muy diferentes. Entre mis rosas me embargaba una paz que me desconectaba del exterior. Comencé a cortar con delicadeza, una por una, sin dejar de pensar en Camille. Hoy la darían de alta junto a mi hijo. Por fin los tendría para mí, mi familia. Mi hermosa mujer y mi querido hijo, las dos partes de mi corazón, hasta que Camille decidiera darme un hijo más, de esa misma manera se fragmentaría mi amor que era incondicional hacia ellos. Entonces la vi por el rabillo del ojo, perturbando mi calma. Mi cu
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Capítulo 152: Entre retórica y monstruos
LUCIEN BLACKWELLSus amenazas cubiertas de piedad y falsa preocupación no pasaban desapercibidas para mí. Su padre y el mío habían sido grandes amigos. Habían forjado una alianza importante. Entre familias nos cubríamos las espaldas y la esperanza de volvernos una sola casando a Anna con Alexei o a Nadia conmigo no eran algo nuevo. Mientras Nadia sostenía la rosa en su mano, la envolví suavemente con las mías.—Suena encantador… pero lamento decirte que, si a alguien le daré una boda así, será a Camille. No es un capricho, porque sé que ella me ama y que se quedará conmigo, y eso en vez de hacer que me aburra, por el contrario, hace que me obsesione más con cuidar mi lugar a su lado —respondí mientras veía la rosa, ahora sucia por haber sido tocada por Nadia—. Estoy pasando por un momento muy difícil, Nadia, como para que vengas a joderme en mi santuario donde no deberías de haber entrado. »Sé que hay alguien que está jugando a mis espaldas. Ya tengo una lista de nombres que comenza
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Capítulo 153: Aún no
LUCIEN BLACKWELL—Las luces no dejaban ver bien a ese tipo, pero… —Rocío pareció exprimir su cabeza, frunciendo el ceño y la boca, escarbando en sus recuerdos. —¿Pero? —pregunté fingiendo paciencia, en realidad quería tomarla por los hombros y agitarla hasta que me dijera todo. A ver si así se le acomodaban las ideas.—Sí, creo… creo que sí… —contestó mientras negaba con la cabeza. Estaba confundida—. Puedo decir que… estoy un 60% segura de que el hombre que acompañaba a tu investigador se parecía a ella.—60% no me sirve —refunfuñé soltando su mano y regresando sobre mis pasos—. Ya lárgate…—¡Puedo reconocerlo si lo veo! —exclamó desesperada, detrás de mí—. Si me das la oportunidad, si me muestras a ese tipo, juro que podré reconocerlo. Estoy 100% segura. ¿Eso no te sirve?Entorné aún más la mirada. Sabía que lo que la movía era la ambición, el dinero, pero presentársela a Alexei sería una opción. A decir verdad… parecía una gran opción. —¿Hasta qué punto estás dispuesta a trabajar
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Capítulo 154: Rosas para alegrar el corazón
CAMILLE ASHFORDLucien me ayudó a vestir, en completo silencio, intentando contenerse, pero podía sentir esas caricias de contrabando que declaraban cuanto me deseaba y no podía estar más feliz. —Gracias… —susurré en cuanto subió el cierre de mi vestido nuevo. Me sentía como toda una princesa—. El vestido es hermoso. No podía evitar sentirme apenada cada vez que lo veía a los ojos y él me regresaba una mirada intensa, profunda. Era como si no existiera nada más que yo. —Y habrá muchos más, de los colores que tú quieras. Toda la ropa que desees, collares, aretes, solo dime qué es lo que quieres y te lo daré —susurró mientras acariciaba mi mejilla con delicadeza. —Dices que Ángel no es una muñeca como para que le compre tanta ropa y tú…—Es diferente —me interrumpió inclinándose hasta besar mi hombro, haciéndome estremecer. Mis hormonas estaban disparadas, la atracción que sentía hacia Lucien se desbordaba y no sabía cómo controlarla. Entonces subió por mi cuello, olfateándome suave
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Capítulo 155: Un nuevo hogar
CAMILLE ASHFORD—Estaré bien… —Fue lo único que pude decirle a Damián. No fue suficiente para calmar su ansiedad, pero no estaba dispuesta a alejarme de Lucien. Encontraríamos la manera de que todo funcionara, estaba segura. De esa manera me despedí de Andy, mi hermano y los niños, bajo la promesa de que nos veríamos seguido, de que Andy pasaría a visitarnos para ayudarme con el niño, aunque Lucien aseguraba que no le faltaría nada a nuestro bebé, mientras él y Damián compartían una mirada silenciosa que parecía tensa y al mismo tiempo había una clase de comprensión entre ellos difícil de descifrar. —¡Pánfilo! —exclamé saludando desde la distancia al chofer de Lucien, quien nos esperaba tranquilamente recargado en el auto. Noté como se tensó cuando escuchó mi voz, pero pronto relajó los hombros y suspiró como quien sabe que comenzará su tortura y no tiene opción—. ¡Mira, Pánfilo! ¡¿No es el bebé más hermoso que has visto en tu vida?!Sostuve a Ángel delante de él, esperando alguna r
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Capítulo 156: El consejo que no pidió
ANDY DAVISSe estaba transmitiendo en cadena nacional, cada televisión del país lo estaba compartiendo. Hasta ese punto llegaba el narcisismo de John. Detrás de una mesa con manteles pulcros y blancos, él se mantenía ecuánime. Los moretones de su rostro habían empezado a desaparecer, dejando que la gente recordara lo guapo que era antes de la golpiza. A su lado, como fiel escudera, su madre. Secando lágrimas falsas que fingía esforzarse por no soltar, como si deseara mostrar al mundo que por más dolida que estuviera, también era una mujer fuerte, pero yo sabía bien que solo era una manipuladora de mierda.Frente a ellos, varias decenas de reporteros y fotógrafos que no querían perderse ni un solo movimiento.—¿Tomará represalias contra el señor Ashford por lo sucedido? —preguntó una reportera, tomándose en serio el circo mediático que estaba creando John.—No quisiera hacerlo, porque sé que en este momento es la pareja sentimental de mi exesposa, pero lo que hizo es injustificable. C
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Capítulo 157: Protegiendo a sus hijos
ANDY DAVISApreté los labios y guardé silencio mientras le sostenía la mirada al abogado. —Eso creí —fanfarroneó antes de intentar entrar otra vez a mi casa. Me hice a un lado sin soltarme del pomo de la puerta, dudando si no hacer nada era la mejor opción. Dejar que tomaran las muestras y nos dejaran en paz. —¿Mami? —preguntó Leoncito y el miedo en su voz me dolió. Una lluvia de imágenes se proyectó en mi cerebro, todas mostrando a mis pequeños en un laboratorio, asustados, sin querer cooperar, con sus ojitos llenos de lágrimas y suplicando por mí. No podía permitirlo. No entiendo cómo es que tuve la fuerza para tomar a Meyer de la solapa del saco con una mano y echarlo hacia atrás. Era un tipo que me doblaba en peso y, aun así, parecía un muñeco de trapo en mis manos. Cuando se sujetó del marco de la puerta para evitar caer, supe lo que tenía que hacer antes de que los policías actuaran: dejar que mis reflejos lo resolvieran.—Dale un mensaje a John: ¡Con mis hijos no te metas!
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Capítulo 158: Una rosa hecha mujer
CAMILLE ASHFORDMe quedé en silencio, pensando en todas las posibilidades. Ahora que éramos más unidos, ¿hasta dónde llegaba mi libertad para invadir su privacidad? No quería incomodarlo, no porque le tuviera miedo, más bien por respeto, pero la curiosidad me corrompía.—Tocaré antes de entrar, no te preocupes —le contesté al ama de llaves con una sonrisa que prácticamente era una línea recta por lo tenso de mis labios. Caminé con calma, atravesé el estudio y, como había dicho ella, ahí estaba la puerta que llevaba al invernadero. Me acerqué lentamente y alcancé a escuchar la música que sonaba, era música clásica, y no pude evitar sonreír. Leer más
Capítulo 159: Una niñera en apuros
CAMILLE ASHFORDCon el cuerpo tembloroso y completamente aferrada a él, nos vimos por un largo rato después de disfrutar del clímax. Podía escuchar mi corazón retumbando en mi cabeza mientras ambos jadeábamos satisfechos. Con un beso gentil, sellamos nuestra pequeña travesura en el invernadero y permanecí abrazada a él, absorbiendo su calor y su aroma. Sus brazos eran mi refugio, no podía explicar cómo me sentía estando con él de esa manera, pero de algo estaba segura, el mundo dejaba de importar.—Te amo —susurró para después besar mi frente y hacerme sonreír como una tonta. Antes de que pudiera responder escuché un par de golpes en la puerta. R&aacut
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Capítulo 160: El tío Lucien
LUCIEN BLACKWELLTuve que recoger muchos pétalos del suelo, y mientras lo hacía, no pude evitar sonreír, recordando el motivo. Camille se había convertido en una adicción. No podía mantener la calma cuando acariciaba su piel o cuando me veía de esa manera, con deseo. Esa mujer me tenía a sus pies.—¿La tienes? —pregunté hacia el teléfono que descansaba en la mesa a un lado, con el altavoz encendido. —¡Auxilio! ¡Me secuestran! ¡Alguien haga algo! —escuché la voz de esa mujer resonando con fuerza, entonces mi pregunta quedó respondida. Como siempre mi chofer era muy práctico expresándose. —Bien… hablaré con el ama de llaves para que te alcance en la casa vieja —contesté antes de colgar. Mientras le daba los últimos toques a la última rosa, algo perturbó el ambiente. Lo podía sentir, había algo extraño, fuera de lugar. De inmediato me alerté y lo vi, un par de ojitos azules asomados por encima del borde de la mesa. Curiosos moviéndose en cada objeto. —Hola, tío Lucien, ¿qué haces? —p
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