Al día siguiente le dieron de alta y todos regresaron a Estados Unidos a excepción de Francois, quien luego de cobrar sus servicios y desearles lo mejor, regresó a Londres con su esposa. Tan pronto como bajaron del avión, las esposas de los amigos de Kian se apresuraron a recibir con abrazos y besos a sus maridos, mientras que a Annika por poco la tumba al suelo una chica que había estado sumamente preocupada por ella. Alenka abrazó a su amiga por largo rato, diciéndole lo mucho que la había extrañado y repitiéndole que había tenido miedo de perderla para siempre.—Ya acabo, Anka —le susurró—. Somos libres de andar por la vida sin temer y sin huir. —Tú eres libre, en cambio, si mi padre...—Tu padre dudo mucho que sea una molestia. ¿Crees que, luego de todo lo que Lo reveló no van a ir por tu padre? Él estaba en esps negocios turbios e ilegales, así que, si no va preso, seguro que los mafiosos con los que trabajaban lo silencian.—Es mi padre y todo, pero mi tranquilidad y mi feli
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