Tras la competencia de autos, ahora se trataba de un duelo de billeteras. Y cuando se trataba de dinero, Mateo, el hombre más rico de Nueva Celestia, rara vez perdía.Luciana lo miraba con rostro seductor, rogándole que comprara el bikini. Mateo alternó su mirada entre ella y Valentina, quien también lo observaba con sus ojos cristalinos.—Mateo, cómpramelo, ¿sí? Lo quiero mucho... —insistió Luciana, aferrándose a su brazo.—Ofrezco el doble del precio —declaró Mateo al vendedor, accediendo a comprárselo a Luciana.Ella alzó el mentón con aire triunfal, mirando a Valentina como un pavo real presumiendo sus plumas, como diciendo "¿Ves? Mateo me lo compró a mí".—Vamos, Mateo, así no tiene gracia —intervino Luis—. Vendedor, ofrezco el triple.—Luis, déjalo... —intentó detenerlo Valentina.—No puedo dejarlo. Quiero comprártelo para que lo luzcas —sonrió Luis.Mateo frunció ligeramente el ceño. —Cuatro veces el precio.—Cinco —contraatacó Luis.Lo que había comenzado como una competencia e
Leer más