La sangre de Asling caía a borbotones sobre el suelo y Dana le sacó el cachorro de la barriga con cuidado para no lastimar a este, después le cortó el cordón umbilical sosteniendo al cachorro entre sus brazos.—¡¿Te volviste completamente loca, Dana?!—Tú me convertiste en esto, pensaste que era débil e iba a dejar que me pisotearas por el resto de tu vida. Siempre viviste para causar desastre y jugaste con la gente como si fueran tus peones, yo incluida, ahora disfruta del espectáculo, tío.—¡No hagas esto Dana, sálvame!—Mm, ¿Qué harías por tu salvación, Asling?—¡Lo que sea! ¡Me duele mucho, por favor, sálvame!Dana sonrió tratando de calmar el llanto del niño al que Asling no había mirado ni siquiera una vez. Sus ojos se dirigieron a Owen que seguía gruñendo desesperado.—Ella sí que es patética tío Owen. ¿No criaste una hembra fuerte? No, obviamente —respondió ella misma—. Pero ¿Qué se puede esperar si Asling heredó todo de ti? No es más que una serpiente venenosa. Después volvi
Ler mais