Kian estaba comandado su tropa bien organizada por la entrada del Bosque oscuro.
—Quiero tres líderes. Divídanse en grupos y penetremos los cuatro límites de todos los reinos.
—Alfa, ¿Estamos autorizados por el resto de Alfas?
Kian apretó la mandíbula.
—Me las arreglaré con ellos.
Eso fue suficiente para calmar a sus hombres.
—Mantendremos la comunicación. Quiero informes seguidos.
—Lo tenemos, Alfa.
Enseguida comenzaron a irse en diferentes direcciones mientras Kian comandaba a los suyos.
Se sentía culpable recordando las palabras que Dana le había dicho antes y el no poder despedirse de ella.
Quizás tenía razón y siempre arruinaba su vida cuando aprecía pero era imposible mantenerse alejado de ella.
*
Dana fingía tranquilidad mientras Nathan y Brent estaban cerca de ella pero estaban irritándola.
De alguna manera sentía que su loba estaba llena de inquietud al igual que ella pero esta estaba descontrolada, queriendo destruir todo a su paso.
Ese día se había transformado dos veces en