Victoria cierra la carpeta de documentos que tenía frente a ella, con un gesto triunfal en su rostro.Había pasado varios días de absoluto caos en el trabajo, pero ahora que todo estaba bajo control, podía permitirse un momento para pensar en algo diferente. O más bien, en alguien diferente. Amir.Con solo recordar su sonrisa, esa forma despreocupada pero profundamente encantadora de mirarla, Victoria siente una punzada de emoción en el pecho. Sin embargo, se sacude la idea de inmediato. "No lo necesito más", se dice a sí misma con firmeza, convencida de que esos días de intimidad con él habían sido un error pasajero, una distracción que no debía repetirse. Ahora puede concentrarse en otras cosas, ha recibido algunas invitaciones para cenar de algunos pretendientes, pero por alguna razón no se anima a salir con ninguno.Al final del día la certeza no dura mucho. Esa noche, mientras duerme, los sueños la traicionan. En su mente, Amir está de pie frente a ella, su torso desnudo, su piel
Leer más