Beatriz guardó silencio por un momento, asimilando las palabras de Luiza. Quería tanto que su hermana fuera más dura, que tomara una actitud más decisiva. Pero, al mismo tiempo, entendía el dilema que Luiza estaba viviendo. Sabía que, por más que lo intentara, el dolor de Lis era algo que solo ella podía enfrentar en ese momento.— Entiendo lo que dices, Luiza... pero no es fácil, ¿sabes? Ver a Lis perderse de esta manera, verla alejando a todos, duele mucho. Pero, si crees que está bien, entonces confío en ti. Solo espero que, cuando llegue el momento, ella vuelva a buscarnos.Luiza respiró hondo, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros. Sabía que la decisión que tomara afectaría a todos, pero lo que más temía era que Lis, al final, se quedara realmente sola.— Es verdad, Samuel siempre ha sido un gran amigo. Lo conocemos desde niños, estudiamos juntos todo el tiempo, incluso en la universidad. Conozco muy bien su trabajo y sé de la competencia que tiene. Pero, desde q
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