Se detuvo frente a Lis, mirándola con ojos afilados, como si quisiera entender qué estaba pasando, pero no lo lograra.Lis esbozó una sonrisa amarga, aún perdida en sus pensamientos.—¿Y esa historia de “Derrick” que mencionaste? Porque, mira, nunca escuché a nadie llamarlo así… Su nombre siempre fue Samuel. Jack siempre lo llamó Samuel. ¿Y ahora vienes con esa historia de Derrick? Todo esto es muy raro. ¿Cómo alguien que dice que me ama no me dice ni su nombre real?Beatriz negó con la cabeza, frustrada.—No sé, pero si eso es cierto, todo está muy confuso. Y lo que es aún más confuso es que tú… Tienes razón, Lis. No podemos quedarnos aquí. Si mi hermana te encuentra, empezará a presionarte tanto que terminará afectando tu embarazo… y no podemos permitir que eso pase, no podemos arriesgarnos a perder a los bebés. Tú ya sufriste demasiado en el otro embarazo.Lis miró a Beatriz, con los ojos entrecerrados por la preocupación.—Lo sé, no puedo pasar por eso otra vez. No voy a… perder a

—¿Cómo que Lis estaba viviendo en un apartamento en el centro y se mudó de allí? No sabía nada de eso.—Claro, pero ¿no fuiste tú quien dijo que no sabía dónde vivía? Entonces, para ti, eso no hará ninguna diferencia. Y sí, eso fue exactamente lo que dije, fui hasta allí y el portero me dijo que se había mudado hace unos días, y no sabía a dónde había ido. Por más que intenté que el hombre me dijera algo, realmente parecía no saber nada. Esto está empezando a ser extremadamente preocupante, porque Lis nunca actuó de esta manera antes. Luiza incluso piensa que ha perdido la razón. Estaba considerando hasta internarla. Yo le dije que eso sería un disparate, pero estoy empezando a estar de acuerdo con Luiza. No entiendo por qué se está escondiendo de nosotros de esta manera. Parece más bien que debe algo, como si estuviera huyendo de la policía. Esa es la impresión que da con su actitud. —Liam intenta explicar.—No, no estoy de acuerdo contigo en eso. Si Lis se está escondiendo de ustede

—Lis, no se trata de pasar vergüenza. Tienes que pensar en los bebés. Y de ninguna manera voy a dejar que cometas el mismo error de la primera vez. Voy a buscar tus maletas, las pondré en el coche y en un rato vendré a buscarte. ¿Ya comiste? Eso es importante.—Comí, sí. Ivone preparó el desayuno como le pedí. También me bañé, y Ivone me ayudó más que nunca hoy, porque no podía hacer casi nada sola. Desde entonces, estoy aquí acostada intentando encontrar una posición cómoda, pero este dolor me está matando. Parece que me va a partir en dos. No es un dolor constante, pero se parece mucho al dolor de parto. Viene, alcanza un pico de dolor y luego se vuelve muy leve, va y viene, ¿sabes? Los intervalos son un poco más largos, pero como dijiste, es mejor que vayamos al hospital. ¿Quién soy yo para contradecirte? Esta vez, haré lo posible e imposible para asegurarme de que mis hijos estén bien.Beatriz lo prepara todo, colocando las maletas en el coche. Luego, regresa a la habitación y, co

—¿Embarazo, Beatriz? ¿Tienes idea de que tu hermano murió hace no mucho tiempo? ¿Cómo es que Lis puede estar embarazada de él? Esto está totalmente mal. —Olavo argumenta, visiblemente conmocionado.—La verdad, papá, cuando Jack murió, Lis ya estaba embarazada y ni siquiera lo sabía. ¿Recuerdas cuando, al salir del cementerio, comenzó a sangrar de repente? Eso fue una señal de que estaba embarazada y no nos dimos cuenta. Tan pronto como se internó en el hospital de Manhattan, Samuel, tras algunos exámenes, descubrió que estaba embarazada y con amenaza de aborto, por todo lo que estaba pasando. La mantuvo internada hasta que esa amenaza desapareciera. Lis, con miedo de lo que pasó en el embarazo de Lucca, decidió tomar una medida drástica: se alejó de todos nosotros hasta el parto.—¿Pero por qué, hija? ¿Por qué apartarnos de su vida? En el embarazo de Lucca, tu madre prácticamente se encargó de todo para ella. No creo que realmente piense que eso fue un problema. —Olavo insiste.—La ve

Beatriz, Luiza y Liam se quedaron conversando en la sala de espera, pues sabían que en la UCI Neonatal no podrían entrar tantas personas a la vez. Esperarían a que los padres de los bebés tuvieran su turno de ver a los niños antes de entrar. Mientras conversaban distraídamente, una persona entró en la sala, preguntando por Lis. Esto causó un gran asombro en Beatriz, quien se giró rápidamente al ver quién era.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo descubriste que Lis estaba en este hospital? No eres bienvenido aquí, Samuel. Ya te dije y dejé bien claro que no te quiero cerca de Lis. Ahora, aún más con mis sobrinos naciendo, ella no te necesita. No necesita a ningún hombre. Solo necesita a mis sobrinos para estar completa y feliz. No sé cómo tienes el descaro de venir aquí, siendo que traicionaste a mi hermano por la espalda. Es un disparate lo que estás intentando hacer, y no pienses que lo voy a permitir. A partir de ahora, acabas de ganarte una enemiga. —Beatriz dijo con firmeza, aún sin creer en