Al final, ni con todo el dinero, la posición social, contactos e influencia, no podía obligarla a quedarse a menos que se olvidara de eso, del amor, solo en las películas y series es posible que una mujer se enamore de un secuestrador, del que la golpea o la hace sentir miserable, en la vida real solo finge aprecio esperando el mejor momento para escapar. Era obvio que él no quería que ella se fuera, pero comprendía su posición, de hecho, era la misma que la de él y la mejor forma que se le ocurría para darle confianza era dejarla decidir.—¿Porque siempre tengo que sabotear todo lo bueno que me pasa? —Se preguntó en voz alta la joven.Lo que ambos tenían en este momento se trataba de los miedos que cualquier amante puede sentir al inicio de una relación, con el agravante de lo fuerte que han sido sus pasados y el terror de volver a esos abismos de donde provenían, mismos de los que a poco salían, disfrutando de las virtudes del mundo exterior.—Vamos a ver el cielo, ven —Musitó el ho

Si sin duda esta era la mejor opción, sin embargo, no sabía que hacer al respecto, ya que, si bien lo más lógico era decirle que se rompía el contrato y pagarle una enorme suma de dinero, pero al tener esos sentimientos tan fuertes hacia ella esta tarea se le dificultaba sobre manera.¿Por qué esto le tenía que pasar a él? Tantas mujeres sobre la faz de la tierra y tenía que sentir cosas hermosas por aquella a la que destruyo por entero, esto debía ser ese supuesto karma en el que nunca creyó hasta ahora que le veía de frente, sin duda era tan atemorizante y terrible como sus propias acciones.Cuando volvió a su oficina se encontraba solo, este hombre le dejo tranquilo con sus luchas internas, abrió con desesperación el sobre y tal como era de esperarse había una lista de nombres, hombres con los que tuvo relaciones ya fuese sentimentales o simplemente comerciales, un par de ellos eran conocidos para él y el resto simplemente almas perdidas igual que el mismo, buscando el amor en el s

Se trataba de una dama que al fin lo amaba y no porque fuera empresario, millonario, CEO de al menos diez compañías directas y tres indirectas, dueño de cuatro propiedades, con tres carreras universitarias, poliglota con un coeficiente intelectual de ciento cuarenta solo seis puntos menos que el de Albert Einstein. No, ella ama eso que nunca le mostro a nadie, ella ama al Harry que es realmente, ese que va develando con cada detalle, con cada beso.Ese niño de corazón grande que se encuentra escondido porque tiene un corazón delicado y todos se han aprovechado de él, todos los que él ha querido le abandonan de una manera o de otra, ese que aun llora a su madre, ese que no ha podido perdonar a su padre, ese niño que nunca encajo en ninguna parte y por eso de grande creo su propio castillo alejado de todos, imponente y alto, que rosa con las nubes, distante de todos aquellos que en el pasado le menospreciaron. Con ella se sentía de nuevo tan vulnerable, tan expuesto, tan miedoso, eso er

Él no tenía intenciones de explicarle nada, no esta vez, solo anhelaba estar en su interior y disfrutar de la creciente locura y espontaneidad que ella le producía, introdujo uno de sus dedos en ese cálido refugio notando que al igual que él, ella se encontraba ansiosa de sentirlo. Olvidando incluso el lugar en donde estaban, sin tener ningún cuidado por quien pudiera escucharlos, dejándose llevar únicamente por los sentimientos y sensaciones del momento, se encontraban allí en una danza que parecían dominar cada vez mejor, sus cuerpos calzaban a la perfección como si de engranajes se tratase y la adicción al deleite se hacía presente en cada embestida.Un par de horas en el mundo real, pero para ellos que quedaron temblando y apenas respirando, por la mezcla de placer y cansancio fueron solo unos minutos. Que relativo es el tiempo cuando la pasas bien. Al recobrar la conciencia rieron de forma descontrolada, ambos se estaban comportando como adolescentes calenturientos, pero les enca

Declararse en la quiebra hubiese sido lo más saludable para ese momento, pero la familia no estaba dispuesta a asumir una vergüenza de tal magnitud. Un plan, un macabro plan vino a su mente y fue en ese momento que pensó en tener un hijo. De seguro esa pequeña personita creciendo en su vientre haría del magnate un hombre dulce y cariñoso, nublándole el juicio y permitiendo una unión entre ellos, la cual esa mujer emplearía a favor suyo.Con esto en mente dejo de lado su tratamiento anticonceptivo que le había acompañado por tanto tiempo y asustada por perder el abdomen plano, los senos elevados que la caracterizaban se escurría en las sabanas de su amante ocasional varias veces por semana, soportando el asco que para ese punto ya le tenía, todo por el bien de un futuro costoso y soleado.Su arduo trabajo al fin dio frutos y en escasos meses la menstruación dejo de llegar, fue con rapidez al médico quien le confirmo sus sospechas, en ese punto se encontraba feliz no por ser madre sino