—¿Por qué es que te preocupas tanto por mí? Es decir, en líneas generales ya estoy mejor que cuando me encontraste ¿Eso no es suficiente para ti? —Interrogaba la joven con desconfianza.

Los años en las calles teniendo contacto con lo peor de la humanidad, esos hombres que guardaban en sus corazones oscuros secretos que no les revelaban a sus perfectas familias, pero si a ella a quien miraban como un objeto con el que no se volverían a topar jamás. Así que en medio de los bailes que implicaba su empleo notaba como los ojos de estos cambiaban de color, expresión y matiz. Como ese monstruo que llevaban en el interior comenzaba a salir y en esos casos ella comenzaba a temer por su vida.

Harry, este hombre de negocios que desde su llegada se había portado como todo un caballero, amable, dadivoso y hasta tierno, pero sus ojos… Se dice que estos son los espejos del alma y si eso es cierto ese millonario que tiene en frente es uno de los más peligrosos con los que le ha tocado lidiar, por ell