Capítulo Tres: Carrera.

*CARRERA*

POV: Christopher.

—Estoy aburrido Christopher.

—Entonces busca algo que

hacer Alan —.Continuo revisando los documentos de la manada cuando un cojín va a dar de lleno en mi cabeza.

—Juguemos carreras -.Suelto una carcajada burlandome de él.

—-¿Cuántos años tienes 120? Déjame trabajar y has algo bueno, busca ha Camilo.

—No quieres hacerlo porque sabes que soy más rápido que tú -suspiro cansado. En los años que llevo como Alpha de la manada he tenido que lidiar con mi hermano menor, ya que nuestros padres fueron asesinados por vampiros. Desde entonces Alan adoptó una actitud diferente hacía mí. 

-Sabes que voy ha ganar, no tiene caso que pruebes algo que no vas a conseguir -. Estaba por replicar cuando la puerta del despacho es abierta y mi Beta entra por ella.

-Hola, hola, ¿qué hacen?

-Reto a Christopher a una carrera pero tiene miedo de perder.

-Debería, tú eres uno de los más rápidos de la manada -le giñe el ojo a mi hermano. 

«¿Qué ya no hay respeto?»

-Haremos está estúpida carrera, pero rápido, tengo muchos asuntos de la manada que terminar -. Accedí más que nada porque necesitaba descansar la vista y estirar las patas.

-¿Por qué no hacemos esto más interesante?

Mi hermano y yo lo miramos con duda, Camilo era un tipo aficionado a la bromas y juegos, algo tenía en común con mi hermano, sin embargo yo me mantenía alejado de ello, me entregué a los deberes y trabajo.Ya hace un siglos dejé incluso de buscar a mi mate, supe que la diosa luna prefería que estuviese solo, para así, cumplir mejor con mi deber.

-Vamos a hacer una apuesta -

soltó con un hilo de superioridad.

-¿Y qué clase de apuesta?- Pregunté cruzándome de brazos y levantando una ceja.

Camilo llamó a Alan y ambos se mantuvieron viendo fijamente, sabía que se estaban comunicando por su link de lobos. No deseaban que supiera lo que tramaban. Luego de un par de minutos se separaron y me vieron con burla.

-Si Alan gana la carrera, irás a otro país a impartir clases como maestro de Filosofía por quince días -. En cuanto las palabras entraron a mis oídos y fueron digeridas por mi mente, una sonora carcajada salió de mi garganta, no tenía ni idea cuánto llevaba riendo pero si lo suficiente para que una lágrima escapará de mis ojos. Bien no había reído en mucho tiempo.

-Eso es ridículo, ¿no sé les ocurrió algo más estúpido? -Espeté molesto.

-Llevas encerrado en estas oficinas casí un siglo, te vas a pudrir, ambos queremos que salgas y conozcas, no se, otros aires -. El rizado hizo movimientos con la mano dando a entender que lo que decía era enserio. 

Suspiré y me puse de pie, si ellos querían que jugara está bien, jugaría, pero con las mismas reglas.

-Si yo gano, Alan trabajará en la construcción de las nuevas casas, durante un año y tú-señalé a Camilo.

—Serás visto como Omega y dejarás tu puesto como Beta por el doble de tiempo de Alan —.Ambos abrieron los ojos desmesuradamente. Camilo se volteó a mi hermano y compartieron miradas.

—Tienes que ganar cueste lo que cueste Alan. 

Reí para mis adentros, salí del despacho dejándolos solos, debía prepararme para el dichoso juego. Nadie le gana a un Alpha y menos al Alpha supremo. 

Luego de darme una ducha y ponerme algo cómodo salí de mi habitación y bajé las escaleras de la mansión. Al salir me topé con ya todos reunidos, y cuando digo todos esto incluía a los dos tontos que tengo a mi guardia. A Cory la mate de Camilo, Stela la mejor amiga de mi hermano al igual que dos compañeros de batalla, Yulian y Lía.

-Si querías público para ver tu derrota debiste haber traído a toda

la manada -murmuré ligeramente.

-Eso lo veremos hermano -.

Nos adentramos al bosque y pusimos la ruta. Aquel que fuese el primero en pasar el lago de la luna ganaría la carrera.

Yulian y Lía se quedaron al frente mientras los demás ya estaban listos para observar detrás de la meta.

—-¿Empezamos Alpha?

—En la cuenta de tres-Gritó Lía. 

—Uno, dos ...

Y escuché un gruñido de la peliazul cuando rápidamente tomé la delantera transformandome en un enorme lobo negro, era el único de ese color en la manada. Alan rapidamanete consiguió alcanzarme, su lobo era de un color canela claro. 

Aceleré mis pasos queriendo terminar antes que nada, esto para volver al trabajo.

"No debiste apostar Christopher"

Tenía mucho tiempo sin hablar con Carter mi lobo interior. Y cuando asimilé lo que me dijo maldije mil veces.

No sé cómo demonios Alan estaba yendo más rápido, obligué a mi cuerpo a dar el límite pero no podía alcanzar a mi hermano.

"Esto te pasa por estar tantos años encerrado y no entrenando".

Le gruñi a Carter y a mi mismo cuando Alan cruzó el lago proclamándose ganador.

Cuando fue mi turno no podría estar más avergonzado. 

Camilo tenía una sonrisa cínica que al mostrarle mis dientes y enojo quitó de inmediato. Cory se acercó y colocó unas prendas detrás de unas rocas lo mismo hizo Stela con Alan. Cambié mi forma a la humana y me vestí con los jeans negros y la camiseta blanca que colocó allí.

"Parece ser que nos vamos de viaje". 

Zarandeó Carter alegre, me quedé pensando por un instante, esto no podría ser una coincidencia.

Salí de entre las rocas para ver cómo felicitaban a mi hermano. Me crucé de brazos y todos callaron al ver mi expresión.

Yulian y Lía llegaron a los segundos viendo el resultado. Fruncí el ceño al ver como Cory le entregaba algo a Camilo y este se acercaba hasta mí.

-Aquí tienes -me tendió una carpeta. Lo miré dudoso y me hizo una seña para que la abriera. Al hacerlo ahí se encontraba un boleto de avión a México y varios documentos tal como un permiso falso de profesor en el ámbito de filosofía.

«Hijos de...

-Lo tenían todo planeado.-Dije, los presentes me sonrieron y asintieron, todos habían sido cómplices.

***

-¿Por qué diablos escogieron ese país? -.Murmuré colocando mi ropa en las maletas.

-Por que dicen que su gastronomía es fantástica, a parte eres bueno con los idiomas -rodé los ojos y volví a lo que estaba haciendo.

-Relájate tómalo como unas vacaciones -.Fulminé con la mirada a mi beta y cerré el equipaje.

Habían pasado dos días desde la carrera mismos que ocupé en planear como rayos iba a actuar como profesor. Lo bueno de todo esto es que la materia se me facilitaba gracias a los años.

—Cuando vuelva si no encuentro todo en orden, despertarás en una fosa con tarántulas -mi compañero palideció, una de sus fobias eran las arañas. Me despedí de todos y un chófer me llevó al aeropuerto.

«Solo serían quince días. ¿Que podría pasar?».

I*******m: Limberem_sc

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