Christopher es el Alpha Supremo de todo el mundo. El líder de una de las cuatro manadas más poderosas. Solo durante más de cuatro siglos. Hasta que su hermano menor y su mejor amigo le hacen viajar a un nuevo país para cumplir una apuesta. Andrea perdió a su familia en un accidente, estudia primer año en la universidad. Todo cambia cuando el su nuevo profesor de remplazo pisa el aula. Él no durará en marcarla y llevarla hasta Bretaña. Él no durará en hacerla suya.
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—Mis zapatos se llenaron de lodo— se queja mi acompañante. Un bufido cansado sale de mis labios al cerrar la sombrilla.
—Yo quiero un descafeinado y una dona de chocolate— la joven anota el pedido de mi amiga y regresa la mirada hacía mí.
—No puedo creer que estamos a dos semanas de salir de vacaciones y la profesora Martínez se haya ido con un permiso a California.
—Ni me lo recuerdes, necesito un diez este semestre si no quiero tronar el curso.
la vencida— me encojo de hombros. En ese momento llega la chica que nos atendió y trae nuestros pedidos. La castaña le dió las gracias antes de empezar a comer.
médico?— Trago saliva y muerdo mi labio inferior nerviosa. En verdad no quiero hablar de ello pero sé que Luciana es más terca que yo y no dejará de insistir.
—Pues...— arrastro la palabra alargándola más de lo debido.—No quiero que sea mañana. ¡¿Por qué el domingo tenía que ser tan corto?! ¿Qué tal si la siguiente profesora es una de esas horribles maestras que salen en la televisión?
—Luciana eres muy
dramática— acusé,
ruedo los ojos. Cruzamos hacía la siguiente calle en la cual se aloja mi pequeña casa.—¿Cómo sabes si no llegará un guapísimo profesor como en las novelas de W*****d?—Nos miramos a la cara y una estruendosa carcajada sale de nuestras gargantas.—Sigue soñando— comenta.
sonrío de lado.
—Si seguramente, y mucho más aquí en México.
—¿Estás discriminando a nuestro
país?— Me llevo una mano al pecho y hago una seña de ofensa.
—¡Por los ángeles Andrea!— Levanta sus manos siendo exagerada— Si llegase a pasar eso ten por seguro que sería en ciudades como Nueva York, Inglaterra o Alemania. Aquí ningún dios griego va a venir para darle clases a unas adolescentes universitarias.—Bien, nos vemos mañana, me quedaría pero mamá quiere que esté presente para ver el boxeo con papá—Asentí con la cabeza y me despedí de ella como normalmente lo hago.
Me quité la chaqueta de cuero café claro y la blusa de mangas violeta, entré al baño abriendo la llave de la ducha dejando salir el agua en espera de que está se regulará. Desprendí de mi cuello el collar que traía al igual que los aretes, dejé mis lentes sobre la tapa del retrete mientras retiraba todo rastro de maquillaje de mi rostro para después desnudarme y entrar a la ducha.
El agua tibia relajó de inmediato mi cuerpo, me recargué en la pared cerrando los ojos y pensando. Luciana estaría en estos momentos llegando a su casa, saludando a sus padres y compartiendo tiempo con ellos. Muy en el fondo deseaba tener ese tiempo con mi familia, pero sabía que mi tiempo ya había pasado.Salí de la ducha diez minutos después, sequé mi cuerpo y lo envolví en una toalla. Mi mirada quedó centrada en mis brazos, en especial, en esas finas cicatrices de lecciones que la vida me dió. Cumplí diecinueve años hace unos meses, Luciana y su familia me hicieron una fiesta sorpresa, debo admitir que sin ella, yo no estaría aquí, ha sido mi fuerte, más que amiga es una hermana para mí.
Me pongo mi pijama, la cual consiste en un shorts de seda negro y una blusa del mismo material con mangas hasta los codos. Tomo mi celular y voy descalza hasta el único sillón que hay frente al televisor. Reviso algunos detalles que Norma me ha mandado, ella es la encargada de una tienda de ropa en el centro, trabajo allí ayudando a las personas a encontrar ciertas prendas y organizando los conjuntos de los estantes. Ese empleo eso único que me sostiene, agradezco a la beca que pude sacar hace más de un año, pues con ella he pagado la universidad todo este tiempo.
Asisto a clases desde las nueve de la mañana hasta la una de la tarde, Lucy y yo compartimos clases, ambas estudiamos filosofía en un programa limitado. Cuando estas terminan trabajo de una a ocho de la noche todos los días a excepción de los domingos que es mi único día libre.
Especial Navideño.Solté las pinzas dejando que un nuevo riso saliese con todo su esplendor. Hoy sería la cena de navidad, convencí a Christopher de festejar, ya que por alguna razón la manada no solía tomarse está época del año enserio. Había niños que ni siquiera sabían lo que era poner un árbol de navidad.-Andy-me giro y sonrió cuando Miguel entra a la habitación vistiendo un traje con un saco color verde oscuro y moño rojo.-¿Cómo estás pequeñín?- pregunté incliandome a su altura.-¡Genial, mamá solía hacer una linda y sencilla cena, pero esto es...¡fabuloso!.-Me alegro que te haya gustado la noticia. ¿Sabes en donde está Chris?.Asinti&
 El amor es el sentimiento más duraderos de todos, el amor es la paz de muchos, y el odio de otros.Para mí siempre fue una fuerza, una fuerza que creí jamás encontraría en ningún lugar, pero me equivoqué. Lo encontré en donde menos esperaba.Han pasado meses desde mi boda con Christopher, actualmente faltan un par de semanas para que el bebé nazca, decidimos no saber el sexo, así sería una sorpresa. Los controles iban normales, aveces me agotaba demasiado y tenía que pasar días en cama, pero él nunca me dejaba sola.Subí más de cinco kilogramos, y a pesar de que a Christopher le encanta que tengas más caderas, es un tanto bochornoso para mí, en especial cuando mis deseos sexuales toman control por las noches.—Te traje un regalito, para mí globito— le gruñí a Luciana quien en los últimos meses se había pues
¿Cuál es el costo de la vida? ¿cuál es el costo de las lágrimas? ¿del amor? ¿Cuál es el verdadero costo de la felicidad?El precio es lo que tú decidas dar, la tarifa es aquella que elijas. Ahora, mañana, pasado y en cada lugar existente. La vida no te da algo que no puedas manejar, no quita algo con lo que no puedas vivir.Pero llega el momento en que cada pequeña cosa, cada pequeña acción que das, es capaz de entregarte los mejores obsequios, los mejores regalos.Habrá un instante en el que ya no tengas lágrimas que derramar, en donde tus sentimientos sean tantos que, deseés explotar.Y entonces llegará ese punto intermedio en donde tú vida se libere y tú lo hagas con ella.Pensar antes de actuar,
Dediqué el tiempo necesario a observar por la ventanilla del auto. A mirar cada uno de esos hermosos detalles que encontraba cada que mis ojos se conectaban con algo. Respiré profundo, giré mi cabeza está vez para encontrar el perfil del hombre que había sido mi salvación. Y aún en ello, jamás se lo demostré de la forma correcta.—Sé que soy atractivo pero una foto duraría más -comentó con una sonrisa mientras conducía.-Un día dijiste lo mismo y yo te mencioné que...te tengo para toda la vida Christopher.-Yo no quiero una vida contigo. Deseo una Eternidad- tuve que morder mi labio para evitar que un sollozo poco delicado saliese de mí.Lo quería tanto, amaba infinitamente a Christopher. El lobo que se robó mi corazón.
POV: LucianaCuando mi hermana murió, sentí que me habían quitando una parte de mi alma. Sentí, que la mitad de mi corazón había dejado de funcionar, había dejado de brillar, apagándose eternamente. Ahora que ya no siento su latir, es como si esa oscuridad interior hubiese desaparecido.Dicen que pensar antes de actuar garantiza un mejor final. ¡Pero no sé en qué mierda estaba pensando cuando ese renacuajo con aires de murciélago me convirtió en vampira!.La Nutella ya no me sabe igual.Quería ayudar a Andrea, quería ayudarme a mi misma y ser diferente, así como mi amiga amaba leer historias de hombres lobo, secretamente siempre me gustaron los vampiros, esos seres de oscuridad capaces a llevarte a la cima de lo increíble.Quizá no pareciera la misma de
Solía sentirme sola todos los días a pesar de tener a Luciana como amiga. Por las noches lloraba recordando el pasado, culpandome y lamentando mi existencia. Envidiaba la vida de cualquiera que pasase frente a mí, por el simple echo de no querer vivir en la mía. Fuero días grises, días que hasta el día de hoy, no había podido recordar.Christopher estaba dormido a lado de mí, yo me acurucaba en su pecho teniendo miedo de que todo esto no fuese real. Amaba sentir su calor, su apreció, nunca me sentí completamente querida y ahora qué lo tenía a él, me era imposible el no derramar lágrimas.Perdí a mi familia cuando empezaba a tratar de mejorar, perdí mi confianza. Sin embargo todo aquello se había quedado en una página muy atrás del libro de mi historia. Sería mamá aunque
Último capítulo