Escuchar esa voz al otro lado de la línea sorprendió un poco a Marcos, pese a estar seguro de que las empresas Esteban's tarde o temprano terminarían llamándolo, no pensó sería tan pronto, ni su propia abuela quien lo haría, sobre todo porque era una mujer orgullosa, a la cual no le gustaba dar su brazo a torcer.
No obstante, cuando escuchó la noticia financiera, sabía que la caída de las empresas de su familia era inminente y aunque aparentemente eso no debía importarle, aunque si le preocupaba, quizás porque se trataba del patrimonio familiar o porque durante toda su vida creció y fue formado para hacerse cargo de ellas, tenía apego especial, porque vio como su abuelo dejó todo por esa empresa su salud, así como también su padre sacrificó sus sueños por la misma.
—Señora Estebans, la última vez cuando hablamos me echó de su familia, diciéndome que no era parte de ella, ¿Por qué ahora debería ceder ante su petición? —preguntó