Mundo de ficçãoIniciar sessãoEva.
Yo me siento sobre una roca mientras él arma el campamento que consiste básicamente en una carpa improvisada con su ropa, se ha quedado únicamente en camisilla y en los pantalones.
–Quítate la chaqueta – me manda con ese tono de voz rudo tan característico de él.
–¿Que? ¿Acaso quieres que me muera de frio? Cuando anochezca, voy a necesitarla – le recuerdo.
–Encenderé fuego, no tienes que hacer tanto drama – rueda los ojos.
–No te la voy a dar – levanto los hombros con indiferencia, me importa un bledo si tengo que dormir sobre el césped húmedo y lleno de insectos, prefiero eso que exponer mis brazos a la intemperie.
–¡Joder! Eva, ¿Cuándo vas a entender que se tratan de órdenes y no de favores? – grita y camina peligrosamente hacia donde yo estoy.
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