Dos años después.
Eva.
–¡No puedo creer que esté sucediendo de verdad! – Gigi se agita la mano enfrente de la cara, parece que está a punto de llorar y no quiere arruinar el maquillaje que tanto tiempo ha costado.
–¿Vas a llorar otra vez? ¡Pero si es mi boda, no la tuya! – chillo yo mientras la molesto.
–¡Ay lo siento! – ella se limpia la lagrima – solo me emociona demasiado saber que vas a casarte, cariño, estuviste comprometida con Aaron como mil años – yo ruedo los ojos ante lo exagerada que ella es – y ahora mírate, estás a punto de casarte con un hombre completamente diferente, uno que no tuvo que esperar demasiado para realmente casarse – ella sorbe por la nariz – eso me emociona demasiado.
–¿Segura que no tiene nada que ver con que estás emba