Capitulo 3.

Elizabeth sintió que el vuelo a Italia fue terrible, tal vez el cansancio la hacía sentir agotada, se miró en el pequeño espejo que siempre lleva en su bolsa de manos, notando que se le había corrido el delineador. Tomó unas toallitas húmedas limpiando el desastre que había debajo de sus ojos. 

— Eres muy hermosa de todos modos — le expresó Adriano con su mirada fija en ella como una bestia hambrienta—, Lástima que no eres mi tipo— al final agregó antes de notar la mirada dudosa de Elizabeth. 

— A todo esto, me podrías explicar por qué rayos has contratado una niñera — le preguntó ella molesta porque su hija no estaba a su lado, sino que, Adriano la puso al cuidado de una mujer con el pretexto de que eso lo hizo para que ella pudiera descansar durante el viaje. 

— Deja tu paranoia que todo esto lo estoy haciendo por la memoria de mi difunto y adorable primo— mintió descaradamente fingiendo tristeza. 

Cosa que Elizabeth notó seguido y recordó la advertencia que alguna vez le hizo Gregory. 

Flashback:

—amor con quien estás discutiendo— le preguntó ella a Gregory tras escucharlo discutir acaloradamente con alguien a través de una videollamada. 

Gregory volvió a tomar su tableta, busco en la galería de fotos y selecciono una foto de su primo mostrándose a Elizabeth. 

—nunca confíes en él — le advirtió él asegurándose que Elizabeth conociera que su primo es engañoso.

Fin del Flashback:

Así fue como Elizabeth conoció a Adriano, pero por estar pasando por su momento de dolor olvidó aquella advertencia hasta ahora que siente que ha cometido un grave error al subirse a ese avión y ahora estando en Italia a esa camioneta blindada que no sabe que cuál es el destino a parar. 

—Este no es el camino a la casa paterna de mi esposo — le gritó asustada entrando en un ataque de pánico. 

—nunca te he dicho que iríamos a la casa de mi tío— le contestó con burla. 

—qué te traes, eh, dime. Qué piensas hacer con nosotras— hablo ella tan rápido que sus palabras salían por sí solas. 

—con la pequeña Gabriela nada, y contigo menos, ya te he dicho que no me gustas americana insípida— le insultó poniendo cara de asco— en realidad no sé qué te vio mi primo para casarse con una mujer sin chiste como tú, eres de esas que solo sirve para un revolcón— continuó con sus palabras hirientes, pero eso a ella no le importo en lo absoluto. Su única preocupación era que Gabriela se encuentra en la otra camioneta con la supuesta niñera. 

— me alegra mucho que para ti no sea más que una mujer sin chiste, ya que me daría mucho asco tener que tirarme arriba aún cerdo patético como tú— le expuso ella con enfado. 

Tras escucharla Adriano empezó a reírse con una gracia seca, y poco chistosa. Las camionetas se detuvieron delante de una extravagante mansión que a ella le pareció más ridícula que lujosa. 

—Dobro pozhalovat' v nash dom moya zhena (Bienvenida a nuestro hogar esposa mía) — le dijo en un perfecto italiano y Ella lo entendió a la perfección. 

—tal parece que las sustancias que consumes te están enloqueciendo, yo nunca seré tu esposa, así que ni lo sueñes— le rectificó ella con dureza, él la tomó por el cabello jalando con fuerza tratando de doblegarla y de esa manera la llevó a rastra al ático tenebroso. 

La tiró al piso bruscamente — tengo elaborado un documento el cual firmarás para convertirte en mi esposa — le mostró sus verdaderos motivos al ir por ella a Miami. 

—que te pasa idiota... Soy la esposa de tu primo — le reclamó con rabia e impotencia al no poder defenderse, ni poder ir en busca de su hija.

—corrección americana; eres la viuda de mi primo— expuso con burla. 

—eso no es cierto mi esposo está vivo— hizo una pausa— si no te gustó y según tú no te causó ningún tipo de sensación, entonces ¿qué ganas con obligarme a ser tu esposa? — le preguntó ella con dudas. 

—eureka, americana que lenta eres, bueno, pero de todos modos te lo explico, a ver digamos que la mafia italiana tiene varias reglas que no se pueden romper y esas son, número uno— él iba enumerando con los dedos —si el líder muere su legado pasa a manos de su siguiente hermano, y como sabrás mi querido o debería decir "querida" — hizo énfasis en esa palabra —¿cierto?— le preguntó a ella alzando las cejas— Por qué Rafael, Melissa o como ustedes les llamen es gay y así como en el cielo no entran los homosexuales así mismo está prohibida su entrada a nuestra mafia, pero dejando el tema de mi primo— la señaló — segundo; aquí entra tu papel, de no ser que su hermano pueda obtener dicho poder este pasa a manos de su esposa y pues verá yo como primo quedó fuera de combate, así que dije por qué no tomar el poder por la mejor fuente—hizo un minuto de silencio antes de decirle —la esposa de mi difunto primo—Elizabeth lo miró con odio comprendiendo ahora su motivo. 

<como me deje engañar >Pensó angustiada por Gabriela. 

—tú fuiste quien causó su accidente — le preguntó directamente y sin miedo alguno. 

—no, pero le debo de agradecer a quien lo hizo—tras darle una respuesta se fue dejando a Elizabeth más destruida que como estaba hace varias horas. 

Ella miró a su alrededor buscando una salida de ese lugar con tan feo olor, pero solo vio una pequeña ventana con una verja de hierro que la cubre de lado de afuera y no le quedó más que quedarse en el piso frío llorando sin cesar hasta que el sueño y el hambre la vencieron, eso sin contar el cansancio tanto físico como mental.

Por otro lado, en Miami Florida; Melissa había ido a visitar a Elizabeth por petición de su madre quien está preocupada por la salud de su nuera y envió a su hijo a verla, pero al llegar a la casa se sorprendió al saber que Elizabeth había viajado a Italia. 

—Lucero conoces a Eli, sabes que ella no se iría sola con Gabriela y más sin comentar nada— le aclaró ella a el ama de llaves. 

Lucero se quedó pensativa sopesando las palabras de Melissa, segundos después comprendió que ella tiene razón que su jefa no es de esos tipos de personas que actúan sin pensar o por arrebatos emocionales y aunque debe reconocer que ella ha estado muy mal, de todos modos, no haría algo así, menos sin comunicarlo. 

—podemos ver las grabaciones de las cámaras de seguridad en el despacho del señor Gregory—le propuso y entraron sin perder el tiempo allí buscando las grabaciones de hace varias horas guiándose que ella debió de salir en el momento que Lucero se encontraba haciendo las compras en el supermercado. 

—oh no—exclamó Melissa tras ver que quien se ha llevado a Elizabeth y a Gabriela fue Adriano y eso no es bueno. 

Salió de allí mientras intenta comunicarse con sus padres en Italia, pero la línea suena y nadie toma la llamada hasta que decide que llamara a Dante. 

🤳amor, Adriano tiene a Eli y a mi sobrina— le dijo seguido Dante respondió la llamada sin darle tiempo a hablar y mucho menos a procesar dicha información. 

🤳Estás segura— le preguntó para rectificar y seguido ella le confirmó nuevamente que ha sido correcto, él empezó a tocarse la cara, desesperado sabiendo que le ha fallado al único pedido de su amigo. Ya que Gregory siempre le hizo jurarle que si algún día él llegase a faltar,  Dante  tendría que cuidar a su esposa e hija como un último favor. 

—te he fallado hermano —comentó con los ojos cerrados dejando que dos lágrimas calientes rodarán por sus mejillas.

Minutos después él logró comunicarse con el padre de Gregory pasándole toda la información de lo que ha hecho Adriano, pero el padre de Gregory derrotado le respondió que hace tiempo que no sabe de Adriano y que si él no desea ser encontrado, aunque levanten todas las piedras de Italia no lo podrán hacer. Solamente les quedaba rezar que Elizabeth se pudiera defender de ese monstruo. Por su parte Gregory se puso a recoger todos los escombros que había tirados en la playa en donde tuvo su accidente, con el propósito de borrar su pasado, así como su mente lo ha hecho. 

—deberíamos buscar algo que te dé una pista de quién eres —le sugirió Corina, no muy dispuesta, pero por él lo haría, ya que le pareció que Gregory será un buen padre para su pequeño hijo. 

—no es mejor así, quizás yo me he causado esto con el fin de olvidar— le aclaró él con la certeza de que eso fue lo que realmente pasó. 

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