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                          ♥ Hola, queremos que disfruten este capítulo♥

                       ★Recuerden, novela no apta para cardiacos

                                                ˜” *°• Narra Sabrina •°*” ˜

Me alejó de ellos y doy un par de vueltas por la fiesta sigo sin encontrar a Jorge. Me sorprendo gratamente al ver a uno de mis clientes habituales en la fiesta, así que le guiño el ojo y desaparecemos durante un par de horas. Era justo lo que necesitaba para poder quitarme algo del estrés que me estaba atacando.

—Gracias porque de verdad necesitaba este desfogue.

—Es para mí siempre un gusto poder estar contigo Sabrina y lo sabes.

—Lo sé porque para mí es lo mismo, eres uno de mis clientes favoritos y siento que contigo es más que simplemente un polvo pagado.

—Quisiera que podamos vernos de nuevo, esta noche tengo un yate listo para nosotros.

—me encanta la idea pero cómo llegaremos.

—en una explanada aquí cerca está México pero es así como deben ir a la fiesta podemos estar allá en 10 minutos y disfrutar toda la noche.

—me llama muchísimo la atención la idea pero necesito que sea digo que aprender a los clientes que han pagado muchísimo.

Lo veo luchar contra sus deseos pero al final suspira con resignación.

—Me gustaría hacer algo distinto, que me dejes tocarte.

—No es lo habitual.

—Te pagare cinco mil dólares, Sabrina, depositados en tu cuenta secreta.

—De acuerdo.

Lo miro sacar un maletín, en el que tiene aceite y empieza darme un masaje. Agarra mis pies y mientras frota mis muslos, lleva mis dedos del pie a su boca y succiona, los lame y cierro mis ojos.

Me enciendo de nuevo, quiero tocarlo pero no me deja moverme. Masajea mis glúteos, sus pulgares van en medio de mis nalgas y frotan justo en uno de mis agujeros favoritos. Se inclina y sustituye sus dedos con su lengua y por primera vez en mi vida, la lengua de alguien penetra mi ano.

Es húmeda y suave y aunque lo que toca es únicamente el exterior y un poco del interior, se siente increíble. Y durante cuarenta minutos más, su lengua me recorre por todas partes.

Una hora mas tarde, tras haberme bañado, salgo a beber algo. Los dos chicos de antes están ahí de nuevo. Así que hablo con ellos, al menos quiero saber sus nombres.

—¿Cuáles son sus nombres?

—Jacob—dice el metiche.

—Y yo Efraín. No quiero dormir contigo, solo quiero ser…queremos ser tus amigos.

—Trabajo en esto, y no pienso dejar de hacerlo. Es mi única forma de escapar.

—¿Escapar?

Mis intenciones principales es escapar de este infieno, y estar encerrada en la habitación no podré llegar a nada.

—De este país, vivo en un pueblo lejos de aquí y necesito irme. No sé porqué quiero ir tras una madre que me abandonó y trabajar de puta, me ha permitido ahorrar suficiente como para dejar mi pasado atrás.

No sé porque se me vino a la cabeza ir a buscar a esa mujer que no se merece que le digan madre, aunque tambien tengo un deseo en el fondo de mi ser encontrar a esa mujer, sí, que me diga de una vez que es lo que le hice, ¿que fue lo que una niña pequeña hizo para que ella la abandonara? Me pregunto cada día que es lo mal que hice, porque no pude ganarme el amor de madre.

—¿Si te dijera que puedo ayudarte, me dejarías?

Miro a Jacob con sospecha pero no digo nada.

—En la vida, Jacob, nadie da a nada si no espera recibir algo a cambio.

Uuuyyy... Eso es cierto, nadie en este puta vida hace algo a gratis. Bueno, tengo que tener un poco de temor porque no se quienes son ellos, pueden ser ricos, pero no se sabe si son mafiosos... Sí, hasta me pueden llevar engañada y de una vez venderme.

—Lo hago porque soy un caballero.

Ja, eso de caballero no existe, es imposible creerlo... Todo puede ser solo una pantalla, nada más que una pantalla.

—Deja de ser presumido y actuar como un hombre halagador, puesto que no lo eres —recalco.

 —Ese es el problema, que mi corazón no entiende de razones —este chico me está exasperando—. Te invito a una pieza de baile ¿qué dices?

¡Este hombre no se cansará de insistir!

 —De verdad que no.

—Pero si no tiene nada de malo, lo que te ofrezco es un baile inocente, me recuerdas demasiado a mi hermanastra.

—Me han dicho de todo pero esto es nuevo.

Ja... Dicen que en la vida hay mas de siete rostros iguales, y puede que su hermana sea uno de todas las cocidencias de la vida.

—No, te hablo en serio. Por eso te ofrezco solo bailar. Además si tu novio fuera celoso y posesivo no te dejaría sola a merced de todos los lobos que hay aquí en esta fiesta —sus palabras me dejan helada hasta sentir un nudo en la garganta.

Puede que el hombre tenga razón,  no se lo que tiene él, pero cada palabra que sale de su voca es una verdad cruda para mi, tiene tanta razón de la que no puedo decir... ¡Mentiroso!

 —Jacob—dice alguien por ahí—, ¿qué haces molestando a la novia de mi amigo? —ahora mi atención se posa en el chico que creo, es el cumpleañero.

Hasta que por fin aparece alguien, no podia aparecer antes, ¡que barbaridad!, pero bueno, lo importante ahora es que él hombre a parecido y ahora me quitara de encima a este engreido, por un momento puede que me haya creido todas sus propuestas, pero ahora que vuelvo a mi cruda realidad puedo decir que todo es una farsa y que es mejor que siga mi vida tal y como la llevo... No tengo que dejar que me engañen.

 —Así que está bella dama es novia del... —el amigo de mi novio no lo dejó seguir hablando y eso me llamó más la atención, ¿qué sabe este chico que yo no pueda saber?

Oye, siento una vibra aqui, sus palabras puden mentir, pero sus expresiones los delatan, ¿que es lo que me ocultan? Necesito saber que es lo que saben ellos que yo no sepa. Ahora que me han incustrado la duda, es mejor que me digan de una vez por todas la verdad.

 —Soy Lucio, el amigo de tu novio además de ser el cumpleañero. —extiende su mano.

Ja, el experto en cambios de tema, no crea que se me olvidará lo que ambos saben, ahora más que nunca tengo que averiguar.

—Mucho gusto, soy Sabrina —y le extiendo mi mano para aceptar su saludo.

 —Por lo que puedo escuchar, Jacob ha encontrado una contendiente muy fuerte.

 —Es bastante engreído, sí —exclamo con desdén.

Mis palabras son completamente sinceras, no tengo por que mentir, a veces por ser tan sincera les caigo mal a las personas. ¿Porque mentir?

 —Oh, Jacob, hasta que por fin alguien piensa igual que yo.

  —¡Cállate, Lucius!

 —Está bien niños. Sabrina es mi regalo de cumpleaños y pienso gozar toda la noche.

—No.

Aquello viene de Jacob, no lo entiendo, de verdad que no. No nos conocemos como para que me diga que hacer y qué no.

—¿Disculpa?

—Lucius—continua el idiota sin darme bola—me debes un favor y la quiero para mí, pagaré el doble de lo que diste por ella.

—Me pagarás a mi el doble y a ella el doble, iba a ganar bien esta noche.

—Lo haré, te pasaré por transferencia el monto.

—Un gusto hacer negocios contigo, Jacob.

Los miro y no entiendo. No he de negar que Jacob es muy atractivo, y si está dispuesto a pagarme el doble de lo que ganaría aquella noche pues bienvenido será. Porque me interesa acumular la mayor cantidad de dinero posible para poder irme del país.

Decido que vayamos a una de las habitaciones de aquella casa porque quiero estar con él pero cerca de otras personas nunca se sabe si este puede resultar siendo un psicópata que me secuestre.

Al entrar me mira y sonríe de medio lado.

—No debo tocarte, Sabrina. Eres mi hermana.

¿Qué? Este hombre le falta un tornillo o se esta haciendo el dificil conmigo, que es lo que quiere... Bueno, ni modo, él esta pagando.

—Claro que sí.

—Eres mi hermana, hermanastra para ser exactos. Mi padre se casó con tu mamá cuando ustedes dos tenían un año y mi padre les dio su apellido.  Soy once años mayor que tú.

Esta demasiado confundido, tiene que dejar de ver a su hermana en cada rostro que se le pose frente a él. No soy su hermana, pero como se lo explico, ya que no entiende, no entiende.

—Y me deseas.

—Con todo lo que tengo, cariño. Pero no debo tocarte, no es que no quiera.

—Y por eso te veo cuan duro estás.

Mi mano va por su pecho, acaricio su cuello y deposito pequeños besos en su cuello. Sus manos van a mis caderas y aprieta duro.

—No podemos ser hermanastros…—le digo frotándome como gata en celo.

—Lo somos, hay mucho que contar pero lo primero es que no puedo dejar que otros hombres te toquen, no sé que pasa porque es un sentimiento más fuerte que yo.

—Me gustas, me atraes, y no es natural.

Intento llevar la conversación a otro nivel, que todo sea un juego, que todo esto sea una actuación.

—No tenemos lazos sanguíneos, entrégate a mí, Sabrina. Te he buscado por meses, tuvimos la pista sobre tu ubicación pero jamás imaginé que me harías sentir así.

—Jacob, me haces arder, debes hacer algo que me quemo….

Sigo jugando, jadeo tras ignorar su insistencia de que soy su hermanastra... No quiero arruinar el momento, me he calentado, siento que debe estar dentro de mi.

—Que Dios me perdone pero no puedo más.

—Dijiste que tienes una hermana, ¿me parezco a ella?

Uno... dos... tres... Y mi conciencia aparece, ahora tengo curiosidad de todas las locuras que el hombre dice.

—Eres gemela de tu hermana.

Ja, ja, ja... Eso no puede ser, este hombre debe estar drogado, por un momento pense que todo podia ser cierto, pero luego cai de un solo golpe y mi relaidad es que el hombre tiene problemas graves.

—Eso quiere decir que me deseas porque la has deseado a ella.

—Maldición, no. Con ella es distinto, ella es…

—Una dama.

Sí, ella no es una puta, ella no tiene que ganarse la vida, ella es una riquilla, es obvio que ninguna mujer de su altura estará a mi nivel.

—No, ella es como una monja, que piensa que mostrar la rodilla es malo. Pero tu…demonios….

Sus manos me desvisten con habilidad, sus ojos, directo a mis senos que se balancean suavemente. Toma el primer seno con sus manos y lo introduce en su boca.

Como noto que es una zona que lo enloquece, lo llevo a la cama y lo hago recostarse sobre el respaldo, me siento a horcajadas sobre él, acerco uno de mis senos a la boca de aquel hombre y lo alimento.

Jacob, lo veo con atención, pierde todo rastro de cordura y me muerde el seno. Pero lejos de apartarme gimo así que Jacob muerde aún más duro, dejando sobre mi piel sus impresiones dentales.

Y mi piel se rasga, sangro y sorprendiéndome, Jacob pega sus labios a mi herida y succiona.

El resto de la noche, Jacob hace buen uso del dinero.

—No entiendo esto de que somos familia.

Ah, ya me canse, le ruego y le ruego, pero el hombre se mantiene firme repitiendo que somos familia y de que tengo una hermana gemela, sus delirios me tienen con dolor de cabeza.

—Mira, no menciones nada en tu casa, iré a verte mañana.

—De acuerdo. Pero si yo regreso contigo a donde sea que vives, será muy incómodo.

—No se que pasa entre nosotros pero se que no te dejaré ir. Al inicio estaremos con ellos, luego nos iremos a algún sitio. Les diremos que no quieres vivir sola y que quieres estar conmigo, pues lo que hemos vivido aquí en el país nos ha unido.

—Me gusta la idea, Jacob.

—¿Qué opinas de las parejas gay?

—Son muy calientes, es muy erótico verlo.

—¿Me rechazarías si supieses que tengo una pareja?

—No, amaría verlos a ambos.

—Ambos compartimos mujeres.

—¿Compartirán mujeres cuando están conmigo?

—No, a ambos nos gustaría hallar a una compañera ya fija.

—Mira, es una idea alucinante, sin embargo no sé nada de mi historia, no puedo solo creerte y ya, eso sin dejar de lado a Jorge, mi novio.

—Termina con él—me dice Jacob mientras empieza a besarme con lentitud, listo para una ronda más de sexo desenfrenado.

◆◆◆

Me levanto y dejo a Jacob dormir mientras voy por Jorge. Las cosas van a dar un rumbo interesante cuando le deje saber que no quiero seguir nuestra relación.

—¿Qué tu qué?

—Apareció mi familia biológica y dejo el país.

—No vas a ningún sitio, eres mía cariño.

—No hay ningún papel.

—Estúpida, eres mía y ya. Nunca he tenido a otra que me genere tantos ingresos. Si piensas dejar el país, te meteré una bala entre ceja y ceja.

Unas manos sobre mis hombros me ponen lejos de Jorge, Jacob le muestra un tatuaje que lleva en el antebrazo. Lo que sea que significa, aquello asusta a Jorge.

—Ella es suya, señor. Lamento haber amenazado a la joven, es que de verdad es mi mejor trabajadora.

—Es mía, la llevaré conmigo.

—Si señor, de acuerdo.

No entiendo nada, de pronto hay ruido y soy alejada de Jacob. No entiendo nada, alguien me coloca una capucha y me mete a un auto.

La voz de mi secuestrador se me hace familiar pero en ese vaivén del coche, mi cabeza golpea la puerta y quedo inconsciente. No puedo decir a ciencia cierta durante cuánto tiempo me mantienen en ese auto, porque el golpe sí fue bastante fuerte pero lo que sé es que al recuperar la conciencia creo que casi está amaneciendo y el auto sigue comiendo kilómetros.

Escucho al que conduce,  decía que nos pisaban los talones así que acelera aún más el auto y por la forma en la que vibra se puede decir que aquel carro estaba ya a lo más que podía y si se nos atravesaba aunque fuese una viruta de papel nos íbamos a volcar.

La noche estaba tomando un rumbo que yo jamás imaginé al salir de casa muchas horas antes, había imaginado que sería una noche de trabajo, unos buenos follones y después regresar a mi casa a descansar.

Pero no solo había conocido a un hermanastro, sino que me había acostado con él, había accedido a vivir con él, por él había ido a terminar con mi novio Jorge, quien a fin de cuentas me tenía trabajando para él como si fuese una posesión, como si me hubiese comprado y fuese mi jefe y me asusta, porque yo confiaba en él porque pensé, que en cierta forma lo amaba, y esto que ha hecho es una traición que nunca le podré perdonar.

Porque yo pensé que nosotros éramos novios, pensé que me conseguía los trabajos para ganar tal vez una extra, nunca me pasó por la mente que me hubiese reclutado y que ahora estuviese obligada a prestar mis servicios sí o sí.

                      ༒ 🅽🅾🆃🅰 🅳🅴 🅻🅰🆂 🅰🆄🆃🅾🆁🅰🆂

Muchísimas gracias por leernos. Queremos recordarles que es una novela de ficción. En ningún momento nos basamos en nadie conocido y tampoco queremos que imiten las conductas de Sabrina y de muchos que la rodean.

Esperamos que disfruten la lectura recordando que es ficción y que no es bueno que nos lastimemos físicamente.

Un abrazo grande y déjennos saber desde dónde nos leen.

Con Amor  

𝙼𝚊𝚛𝚢 𝙼𝚎𝚗𝚎𝚜𝚎𝚜 & 𝙲𝚊𝚜𝚜𝚊𝚗𝚍𝚛𝚊 𝙷𝚊𝚛𝚝

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