Capítulo: 4

                                                 "Entre sueños y mentiras"

Brenda

Había despertado muy temprano, tuve un sueño. Era con mi madre y estábamos en un escenario donde el público aplaudía y ella me abrazaba, la sensación que transmitía era emocionante, pero fue interrumpida cuando mi papá tocó la puerta y me despertó.

Pude inspeccionarlo con una gran sonrisa. Algo debía pasar para haberme despertado tan temprano y la sonrisa que llevaba era obvia. Sólo me saludó y me dijo que me cambiara y bajara a la sala, según tendríamos una invitada pero no me dijo de quien se trataba.

¿Para qué me habrá despertado? lo único que se es qué es algo muy importante, trato de entender y buscar una razón pero no lo encuentro.

Me decidí entrar a ducharme, me puse una ropa cómoda, algo que después podría llevar al studio. Me aplique un poco de maquillaje y deje caer mi cabello dejando al natural, y decidí bajar para ir junto a mi querido padre.

Bajé las escaleras con cuidado, y escuché a mi padre hablar con alguien, era una voz femenina. La curiosidad invadió en mi mente.

Pero al llegar junto a ellos me llevé una gran sorpresa.

M****a, m****a y más m****a

Estás acabada.

—Brenda, por fin bajas — anunció mi padre —. Te quiero presentar a alguien — se acercó junto a mí.

Ahora sería un buen momento para desaparecer.

—Ella es Sofía y será tu nueva institutriz — es todo lo que dice y yo me quedo muda.

De mi boca no podía salir ni una palabra, el corazón me latía a máxima velocidad, sentía que en algún momento mis piernas iban a fallar.

¿Qué hacía ella aquí? ¿y cómo es que será mi institutriz?

Miles de preguntas se me cruzaban por la mente, y entonces entré en pánico.

¿Sofía, mi profesora del Studio?

Esto debía ser una mala broma, o a lo mejor todo esto es una pesadilla.

Ya me resultaba raro que papá todavía no me haya puesto una desde que llegamos a la ciudad. Toda mi vida desde que empezamos a viajar por su trabajo, tenía una institutriz. Pero de tantas personas que hay en el país debía ser mi profesora de música, y ya sabemos que eso es algo que a papá no le gustaría saber.

Hasta llegué a creer que ya lo había olvidado.

—Hola Brenda, un placer conocerte — Sofía me estrechó su mano para saludarme con una sonrisa amable.

No entiendo nada.

—Hola prof....quiero decir — me aclaré la garganta —. Sofía, es un gusto — me limité a decir.

Estaba demasiada nerviosa y no estaba pensando claro. Porque solo quería huir.

—A partir de hoy ella te dará las clases aquí en casa todas las tardes, ya que por la mañana también tiene otro trabajo — informó mi padre.

Sofía me miraba como si necesitara hablarme.

Rayos.

—Espero que podamos entendernos — comentó, sin quitar su vista de mí.

Esto ya estaba siendo incómodo, y pronto mi verdad saldría y papá va a estar en la puerta para recibirme y tener un objetivo, asesinar a su hija por la gran mentira que le había ocultado.

Y ese sería el triste final para Brenda Hewitt.

Díganme exagerada.

Aunque él no aparentaba ser alguien impulsivo y dominado por la situación.

Pero lo qué más odiaba de las personas era la mentira, y ahí yo estaba frita.

—¿Porque no? — hice un gesto tímidamente con una sonrisa que no llegaba a mis orejitas, trataba de estar lo más normal posible —, aunque yo no necesitaba una institutriz.

—Claro que sí, espero que te sepas comportar, y seas amable con tu... — tomó una breve pausa —... tu maestra — terminó la oración.

Había algo raro en su voz, como si estuviera dudando de algo.

—Bien — fue lo único que dije.

Pero en el fondo no sabía si éste pequeño problemita, saldría con todo a la luz.

Sofía era una hermosa mujer, rubia con un rostro suave que sólo podría transmitir paz y dulzura, no la veía ni sentía con algo de maldad o dureza, era todo lo contrario.

Pero aún no estaba segura, y aún estaba muy confundida.

—Yo creo que estaremos bien — murmuró.

—Pues me voy tranquilo, confío en que se llevarán muy bien. Nos vemos en la noche hija — se acercó para depositarme un beso en la frente, siempre afectivo —. Adiós.

Eso fue lo último que dijo para emprender y salir por la puerta.

Esto ahora si se iba a poner más incómodo.

—Toma asiento profesora, creo que estás más que confundida — me encogí de hombros y me senté. Sabía que me esperaba una charla muy larga.

—Pues estoy muy ansiosa de poder escucharte y saber que pasa aquí Brenda — también hizo el mismo gesto que yo y se sentó en el sofá —, será una larga conversión.

Una muy muy muy larga conversación.

Sin necesidad de darle más vueltas al asunto, empecé a contarle todo por detalle y sin apuros, para así no poder olvidarme de nada. No sé si pueda confiar en ella, pero lo único que podía hacer es ser sincera ahora.

Ella sólo me escuchaba atentamente sin interrupciones. Con la mirada atenta, y aunque suene raro, me sentía cómoda contándole todo.

—Así qué esa es la gran historia — terminé soltando todo el aire profundo que estuve aguantando.

Sentía un poco de alivio, como si hubiera sacado algo de encima, se sentía bien.

No solamente el gran estúpido de Grozzi lo sabía, ahora Sofía apuntaba en la lista de quienes lo sabían, aparte de mis amigas, ellas eran mis cómplices en todo hasta ahora.

—No puedo creer que tu padre te haya prohibido hacer algo así — dijo con tono de sorpresa.

—Pues la verdad lo hizo — susurré cabizbaja.

—Pero tú tienes un talento del cuál no debes desperdiciarlo. Es estúpido que se comporte así, aunque entiendo que lo que pasó con tu madre le afectó; y sólo tiene miedo a que lo que haya vivido o pasado a ella te pase lo mismo —expresó comprensiva —.Lo que estás haciendo está mal, pero tus sueños e ilusiones son algo que jamás debes abandonar, y veo que no te rindes, estás luchando por ello y eso es admirable.

Sus palabras me habían conmovido, no esperé a que reaccionara de esa manera, y cada palabra que salía de ella era dulce y sincero que hasta podría jurar qué le brillaban los ojos.

—Mentir no es bueno Brenda, de alguna forma debes de hablar con tu padre, tampoco está bien mentirle a él, que lo ha dado todo por ti. Debes entender que tiene sus razones por muy malas que sean, y ya sabes que las mentiras tienen las patas muy cortas.

Eso sí fue denso, pero tenía razón.

—Si crees que se lo diré algo a él no te preocupes, te apoyaré en esto.

Esto tampoco me lo esperaba, de alguna forma me reconfortaba y era algo que me gustaba sentir y que venga de parte de ella, mi nueva institutriz, era raro pero me gustaba.

—Pero se lo debes decir en algún momento.

—Lo he intentado pero es en vano, cuando toco ese tema es imposible hablar con él.

—Eres idéntica a tu madre — sonrió como si la conociera desde hace mucho tiempo —, es decir... — se puso tensa —, tu padre me ha contado algo de ti y la relación que tenías con tu madre y luego me enseñó una foto de las dos, confirmé que sí se asemejan demasiado — sonrió tímidamente.

Eso creo que fue lo más raro, pero no le reste mucha importancia.

—Sí, papá me lo dice siempre — sonreí.

—No quiero que pienses que quiero meterme en tu vida, ya sé que soy como una extraña, pero cualquier cosa que quieras puedes contar conmigo — explicó.

—Creo que esta charla me ha ayudado mucho, y no pienso eso de ti. Al contrario, eres increíble ayudándonos en el studio y también para aconsejar.

—A veces no puedo evitarlo — soltó algunas risas —, me gusta ayudar.

—Es un buen gesto — sonreí contenta.

—Bien, ahora que las dudas ya se fueron — se levantó y luego miró su celular —, es hora de irme y ya sabes a donde me dirijo ¿quieres que te lleve? — me preguntó con una suave sonrisa.

—Sí — respondí.

Entonces ella asintió y juntas nos dirigimos hacia la puerta para ir al studio.

Recordé todo lo que Sofía me dijo y sonreí, es como si sus palabras acertaran en mi rompecabezas.

Exacto, mi vida era eso.

Y es como si ella me conociera demasiado. Sólo puedo decir que Sofía era extremadamente buena y dulce conmigo aunque me conociera poco, era amable y tierna, su cálida sonrisa te contagia porque es transparente, clara y directa, aunque no nos conozcamos poco, diría que tiene un buen corazón.

Y por extraña razón me recordaba a mi madre, tenía algo muy parecido pero aún no podía descifrar con seguridad que era, pero sentía que nos íbamos a llevar muy bien.

♟♟♟

La semana había pasado tan rápido. Jamás imaginé que la angustia y la ansiedad se apoderaran de mi ser en éste importante momento. Estaba muy nerviosa y las manos me sudaban demasiado, una de las cosas que más odiaba era tener que esperar para saber una respuesta, eso me causaba mucha frustración.

Jamás en mi vida había esperado tanto, pues quieren saber que es lo que me tiene así, tan desesperada.

Hoy es la gran audición para demostrar la canción mejor escrita y que podrá escucharse en el mejor teatro de la ciudad. Yo solamente estaba sentada en la clase central, esperando que entraran los profesores para que nos dicten que canción fue escogida. Esto si era muy reñido, casi todos participaron así qué estaría muy difícil.

Vimos entrar a los profesores, y el corazón me empezó a latir más rápido que nunca, una sensación de miedo se apoderó y era cómo si llegarán para sentenciarme una cadena de muerte.

No me digan exagerada, pero es que era así como me sentía.

Todos se quedaron completamente callados, todos aguardaban a que los maestros  hablaran, ya sólo queríamos saber que canción fue escogida, la curiosidad estaba demasiado alta.

— Aquí tenemos la lista de los diez mejores participantes de esta audición, son las canciones escritas por ustedes — empezó a hablar Sofía, dulce y con una sonrisa que la caracterizaba mucho —,  cada uno de ustedes se esforzó mucho, tuvieron paciencia, imaginación muy reales y sutiles, cada uno expresó a su manera lo que es para ustedes la música, y puedo decir que estoy muy orgullosa de todos ustedes, esto estuvo muy difícil.

Vamos bien, palabras de aliento y agradecimiento por participar, así que si no salía tu canción estarás contento de que si les gusto y que solamente escogieron a la canción que expresa con mucha más claridad.

—Así es chicos, no se desanimen si es que su canción no fue escogida, sólo disfruten de esa oportunidad que tuvieron porque no sólo es esto, a todos les espera un largo viaje — continuó Jackson.

—Y ya que todos están esperando, aquí atrás, en la pantalla que tenemos aparecerá el nombre de la canción y por quien fue escrita, así que el dueño de ésta deberá acercarse luego junto a nosotros — Sofía informó.

Y de repente el silencio apareció, las luces de la pantalla prendieron luz y mi respiración era muy agitada, nos tomamos de las manos con mis amigas y esperamos la sorpresa.

Y cómo si todo mi sacrificio y mentiras valieron la pena, apareció nada más que el título de mi canción con mi nombre.

          Si pudiera        

      «Brenda Hewitt»

Mis amigas me abrazaron como unas par de locas y me felicitaban con entusiasmo. Mientras que yo estaba quieta, no me lo podía creer, no esperaba y no tenía la probabilidad de que mi canción sería escogida.

Era algo impresionante.

Comencé también a abrazarlas hasta que sentí unas manos en mis hombros.

—Felicitaciones a mi hermosa novia —  dijo el muy galán de Hansel en un tono un poco burlón —, yo sabía que tu canción sería escogida.

—Muchas gracias cariño — limité a decir con una voz falsa —, yo también lo sabía — le dediqué mi mejor sonrisa.

—Pues una cara tan bonita debe tener un buen cerebro, así que muy bien por ti — me guiño el ojo, típico de él.

Haciendo de las suyas como siempre.

En los días que habían transcurrido, aparecía con él caminando de la mano, o en otras ocasiones me abrazaba cuando Helen tenía su mirada puesta en nosotros.

—Gracias por tus lindas palabras — dije y antes de darme la vuelta se acercó y pego su cuerpo con el mío —. ¿Qué haces? — pregunté con sorpresa.

Esto era muy incómodo, tenerlo muy de cerca no era bueno, y en su rostro presenciaba que diría algo estúpido que se burlaría de nuevo, pero no lo hizo.

Me enredó con sus brazos y me abrazó, primero no lo comprendía, pero después supe que lo estaba haciendo para mostrar como felicitaba a su novia, pero sin embargo no me moví.

Sentía el latir de su corazón y ese aroma fresco que provenía de él. Olía muy bien, un aroma de esos que impregnan, eso que no olvidarías.

Dejé de pensar y recuperé todos mis sentidos, me salí de sus brazos.

—Ya sé que me amas, con el felicidades que me dijiste ya lo salva todo — bromee pero en su rostro no apareció diversión.

—Bien, nos vemos luego — pronunció esas tres palabras y se marchó.

Me dejó ahí sola y confundida, es que la actitud normal que tenía conmigo de un momento y luego de ese abrazo se comportó serio, ni una chispa de diversión.

No le di tanta importancia y decidí ir junto a los profesores.

Entre al salón en donde solamente estaba Sofía, analizando algunos papeles.

Al levantar la vista me sonrió, se levantó y se dirigió junto a mí.

—¡Oye! estoy muy feliz por ti, tu canción es hermosa Brenda — dijo y se abalanzó a mí para darme un cálido abrazo, lo cual correspondí al instante.

Sofía cada vez me empieza agradar mucho más, y eso para que alguien me agrade así de fácil está difícil. Pero ella es tan genial que me recuerda mucho a mi madre, no puedo evitar y más con la conversación que tuvimos días atrás.

—Tampoco lo puedo creer, estoy muy feliz. Mi canción fue hecha con mucho amor — le sonreí sinceramente.

—Es tan genuino, fresco y refleja todo de ti. No dude ni un segundo en escoger el tuyo, no sólo porque te conozca y sea de ahora en más también tu institutriz, si no que cada letra que expresaba en ese papel, hacía conectarme más con el arte, con la música, es sincera y realmente hermosa.

Mi sonrisa de oreja a oreja no se esfumaba ni por los dioses, esto si qué era increíble.

—Muchas gracias, haces que mis sueños y mis metas sean más fáciles.

Pero la mentira avanza.

Y odio las mentiras ¿pero con que moral puedo decir, sí soy una más?

—Estoy orgullosa, cada vez noto que te pareces a tu madre, lo heredaste de ella.

—Y yo estoy feliz porque estoy a pasos de cumplir todo lo que ella había querido para mí.

Sin más volví a abrazarla, luego salí del studio para dirigirme a mi casa, cuando escuche de repente que gritaban mi nombre.

Y claro, no podía durarme la felicidad.

—¿Que quieres Helen? — respondí sin muchos ánimos.

—Que te desaparezcas del studio y de la vida de Hansel ¿no vez que él solo te está utilizando?

—Deja de meterte en mi vida, éste studio es para todas las personas que quieran cumplir sus sueños, tú no eres quien para decidir eso.

Respondí en tono más amenazante, pero ella no se quedó atrás.

— Eres tú quien no debe meterse conmigo, ni con Hansel — aseguró y muy segura de sí misma —, todo esto se acabará si sigues poniendo tu trasero en donde no debes.

Diablos, ésta chica sí que sabe decir increíbles cosas, desearía ahorcarla hasta más no poder. Seré mentirosa pero no una asesina.

—¿Tanta bronca sólo porque Hansel está conmigo? si fuiste tú quién lo engañó y ya todo se acabó — espeté riendo entre dientes, me dio una mirada desafiante.

—Tú no sabes ni una m****a, estás jugando con lo que no debes — sonrió con un toque de malicia —, te lo digo por tu bien cariño, sólo tu saldrás mal después de todo esto — dio media vuelta para desaparecer, pero antes se detuvo y pronunció algo que no entendí.

—Hansel está con el corazón roto y yo lo sé. Pero cuídate si no quieres ser la siguiente — comentó haciendo una mueca de asco —, él sólo está jugando contigo.

Y así, sin más se esfumó la muy desgraciada.

Piensa que con eso tendré miedo, pero ella no sabe que tan solo estamos fingiendo amor.

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