Capitulo 2.

(1 año antes)

Tome el helado entre mis dedos y el chico se fue. Sin lugar a dudas este era el chico de los helados, pero entonces ¿Quién era el chico semi-desnudo que estaba en el living de mi casa?

Deje la puerta cerrada a mis espaldas, respire hondo tres veces intentando que el alcohol en mi organismo dejara de nublar mis pensamientos.  Deje con mucho cuidado (y muy lentamente) el helado en la mesada de mi cocina, dándome los segundos para pensar que iba a hacer con el chico que estaba a medio vestir en mi living. Era obvio que su presencia en esta noche era un error, pero el no estaba al tanto de eso. La decisión de sacarlo,o no, de su error no era de nadie mas que mía. Sopese por un instante mis posibilidades: por un lado podía decirle al chico que evidentemente había tocado en el timbre equivocado y disfrutar de mi helado en soledad, como el plan previsto en un principio; pero por el otro lado tenia una opción mucho mas tentadora: callarme la boca y disfrutar la noche post-ruptura perfecta: sexo y helado.

Detuve mi vista en los potes de helado que había sacado del armario mas temprano en la noche y me decidí por servirnos un poco a cada uno. Nicolas imagino que se cuestiono mi tardanza porque se acerco con su torso decorado solamente por su fuerte abdomen, su piel a media luz me recordaba al atardecer de un día de verano en Piriapolis , no se si tiene sentido, pero era algo así como un dorado tenue. Se apoyo con sus antebrazos sobre la isla de mi cocina, dándole la espalda al living donde se encontraba, me miro un par de minutos que para mi fueron horas, hasta que con una voz tenue me dijo: 

- Necesitabas el helado a como diera lugar ¿No?  

- ¡Si! despues del día que tuve hoy es lo menos que me merezco ... - le dije yo, haciéndome la tonta, se que debería haberle dicho en su lugar : "este es el helado que pensé que TU me ibas a traer, ya que pensé que eras el chico de los helados, que claramente NO SOS"; pero como dije anteriormente, en ese momento helado y sexo combinaban a la perfección. 

- ¿Se puede saber que fue lo tan terrible que te paso ?

- Creo que me rompieron el corazón 

- ¿Creo? , un corazón roto creo que es algo que no deja lugar a dudas, si no estas segura si te lo rompieron, entonces es porque no lo hicieron...

- Tal vez tengas razon, o tal vez... el tema es que no tengo corazón que romper 

- ¿Una chica sin corazón? Me gusta ...

- ¿Te gusta porque te vas a ahorrar las lagrimas luego que me dejes en la mañana sin despedirte? 

- exactamente por eso, parece que somos una chica y un chico sin corazón... 

- entonces esta noche somos tal para cual.. 

El helado quedo olvidado en la mesada de mi cocina, ya que él sin previo aviso camino hasta donde yo estaba, me tomo por la cintura y me coloco en la encimera. Sus manos vagaban libremente por todo mi cuerpo, con una destreza digna de un profesional desabrocho y saco mi capri caqui en un tiempo récord, sin en ningún momento separar su labios de los míos. Y me voy a detener en esto ¡QUE LABIOS MADRE MÍA!, la forma en la que este chico me besaba, me recordaba a esas noches en el boliche, antes de conocer a Charles, noches apasionadas, noches donde era venerada por los labios que me visitaban. Ese viernes estaba sido venerada por los labios de este chico. Aparte su forma de besar, no era brusca, no dejaba hilos babeantes, ni mordidas innecesarias, para nada, lo único que dejaban sus besos eran ganas de sacarle la ropa con los dientes.

Sin previo aviso, me encontré con su cabeza entre mis piernas, instintivamente las cerré. Nunca nadie estuvo allí abajo (no se si me entienden), una vez Charles me dijo que bajar le daba asco, que era algo que se hacia con una cualquiera, no con una mujer de verdad y yo como una buena novia, entendí perfectamente su postura, es mas me creía privilegiada de que para él fuera una mujer de verdad. Pero con Nicolas entre mis piernas, no me sentía una cualquiera, de todas formas en ese momento, vinieron a mi cabeza las palabras de mi ex-prometido y no me atreví a abrir mis piernas. El entendió perfectamente la indirecta, de que "eso" estaba fuera de los limites y volvió a mis labios, dejando rastros de besos sobre mis hombros y pechos. 

Me recorrió por mi cuerpo unas ansias devastadoras de tocarlo yo a él, ya que en la posición en la que estábamos solo tenia acceso a sus hombros y nuca... y yo quería mas de él, mucho mas de él. Así que me baje del lugar en el que estaba y me pare frente a el. No perdimos el tiempo y nos comenzamos a  besar otra vez, ahora si mis manos tenían mayor libertad para recorrer el cuerpo de este bombonazo (la palabra bombonazo mientras no la diga en voz alta esta permitida). 

Mis manos estaban mas torpes que nunca, las deje bajar hasta el comienzo de su pantalón, por suerte ya me había encargado de desabrochar todos los botones. Fui bajando como pude su pantalón, en mi mente me imaginaba que seria como en una novela romántica, lento y sexy , pero lejos de esto, el pantalón se tranco y el tuvo que terminar con el trabajo. ¡Ni para bajar un pantalón servia!, el con una carcajada por lo bajo me dijo :

- parece que estamos apurados ... 

- Me parecía que en comparación a mi tu tenias mucha ropa, creo fervientemente en la igualdad de oportunidades y condiciones entre el hombre y la mujer... 

- Sos mucho mas interesante de lo que parecías Clara .... 

- aja - dije yo.

En el preciso momento que mi supuesto chico de los helados dijo el nombre Clara, la alarma anti cometer actos poco éticos sonó, que digo sonó, chillo en mi cabeza.

Le estaba robando el chico a una tal Clara, una chica que seguramente estaba esperando una noche de sexo y gin. ¿Que clase de mujer feminista era?¿Donde había quedado la sororidad? , para peor seguramente esta tal Clara, debería ser una vecina y con mas seguridad de este mismo piso. Me prometí a mi misma que a la mañana siguiente, averiguaría con el portero quien era esta tal Clara y le explicaría toda la situación. Si tenia que abusar de mi condición de "casi dejada en el altar" lo haría. Es mas prepararía unos scones o mejor una torta de chocolate para disculparme por mi pequeño robo. Y aparte le daría referencias buenas (o no) del chico. Era casi una buena acción mutua. 

Todos esos pensamientos pasaban por mi mente, mientras él desabrochaba mi sutien. Ya era tarde para arrepentimientos, esta noche me tocaba ser Clara. Tome su mano y lo guié a mi cama. El me empujo levemente sobre mi cama, lo que me hizo caer de culo mientras me reia, el se saco el bóxer y yo mire para otro lado. ¡Por dios! Que patética era... estaba robando un chico y me daba vergüenza verlo desnudo. Cerre los ojos por dos segundos, dándome valentía y abrí mis ojos para verlo. Era magnifico, la luz de la luna que entraba por la ventana de mi cuarto le daba un toque "etéreo", se que la palabra etéreo se usa normalmente para describir la belleza de las mujeres, pero a él le encajaba a la perfección ese adjetivo. A la luz de la luna, con su piel dorada, tenia una belleza etérea, parecía una fantasía sacada de un cuento de hadas. Este chico, bueno mejor dicho, este hombre estaba creado para andar desnudo por la vida.  

Pasamos la noche sin dormir, aprovechando nuestros cuerpos, mientras descansábamos antes de comenzar un nuevo encuentro charlábamos como si nos conociéramos de toda la vida. El sol ya estaba amenazando por volver a salir, yo estaba recostada en su pecho y el acariciaba mi espalda. 

- Esta fue la noche perfecta que necesitaba...

- Espero que no te enamores .... - dijo el riéndose, como si fuera un chiste interno nuestro. Asi que yo le respondí en el mismo tono, tome su mano y la acerque a mi pecho, donde estaba mi corazón. 

- Ohh no, ¿Sientes lo mismo que yo?, has despertado a mi corazón  - los dos largamos una carcajada, podía intuir que esa noche ya estaba por llegar a su fin. Fue realmente justo lo que necesitaba en ese momento, una noche de libertad. 

- pequeña, ya es hora de que me vaya yendo,  nunca me quedo a dormir en casas ajenas ...

- me quedo tranquila, te estabas tardando... ya pensaba que te iba a tener que echar  - le dije yo dándole un guiño y una sonrisa. 

El se puso su bóxer y se encamino a donde había quedado su ropa. Yo aproveche a ponerme un camisón negro de seda que tenia para ocasiones especiales y una bata corta por encima. Me senté frente al tocador que tenia en mi cuarto y me mire al espejo. 

Por fin me veía como una mujer con el corazón roto, el rimel estaba corrido, el pelo estaba desorganizado, pero tenia un extraño dejo en mi mirada que nunca antes había visto. Sea lo que sea que haya vivido esa noche , me había gustado y era exactamente lo que quería de ahora en mas. Quería volver a sentirme así, deseada pero a la vez dueña de mi deseo. 

Fui hasta el living a abrirle la puerta a mi chico de los helados, mire en la encimera los dos potes de helado derretido, sonreí por el helado desperdiciado.  Él estaba contra el ventanal con su celular en la mano, me acerque a el y pude ver su perfil: tenia la mirada fruncida, alguien se había dado cuenta del pequeño error. Me arque la garganta para que él se diera cuenta de mi presencia. Se giro y me vio como si fuera la primera vez que lo hacia. Se acerco a mi, yo por instinto di unos cuantos pasos hacia atrás, pero el siguió avanzando, hasta que mi espalda se choco con la isla de mi cocina. Estaba en problemas. Tenia toda la razón de estar enojado. 

- Soy un idiota ¿Quien sos? , porque ahora que te veo a la luz evidentemente no sos Clara

- Me llamo Marie Anne

- Marie Anne , es un muy lindo nombre para una mentirosa, te das cuenta que esto mismo que hiciste si hubiese sido a la inversa, no seria para nada bien visto ... - me sorprendió la clama de su voz, tenia toda la razón del mundo, si yo hubiese sido él en su lugar, estaría rabiosa, indignada. 

- Lo siento...

- ¿Realmente lo sentís? ¿Te arrepentís de haberme usado como un sex toy?

- ¿La verdad ?

- Si Marie Anne , la verdad ...

- Siento haberte engañado, pero no me arrepiento de lo que paso... 

- Yo tampoco, pero es mejor que me vaya y que llame a Clara para darle una explicación por mi ausencia...

- ¿Una cita de tinder? ¿de happen? 

- de tinder 

- ¿¡ Como no te diste cuenta que no era ella?! - el se rió y yo me reí con el, si lo pensabas fríamente, era una situación de lo mas divertida y por suerte el se lo había tomado bien. 

-¡No se! Me tendría que haber dado cuenta, sobre todo porque ella es rubia platinada, pero que se yo... era de noche, muchas veces las chicas retocan mucho sus fotos y la verdad la chica que abrió la puerta me gusto, así que ¡Que importa que sea ahora sea morocha en vez de rubia? 

- Realmente sos un mujeriego, ¡bien por ti!

- Nunca miento 

- Bueno... parece que esta noche esta llegando a su fin 

- parece que si, te diría de intercambiar celulares, pero no te voy a mentir, no te volvería a llamar...

- Me parece bien, esta noche quedara como un especie de sueño vivido  - le dije yo mientras le abría la puerta de mi apartamento. El se paro sobre el marco de la puerta y yo trate de memorizar sus ojos grises por ultima vez , ya que estaba segura que serian los dueños de algún que otro sueño húmedo.  Parecía que ya se estaba dando la vuelta para irse, pero se volvió nuevamente hacia mi y me pregunto : 

- Antes de que me vaya... ¿Quien pensabas que era ?  

- El chico de los helados- el sonrió, por ultima vez y antes de darse vuelta me dijo 

- adiós Clara

- adiós chico de los helados.  

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