Capítulo 4

Una semana después

Los días transcurrieron rápido y el viaje a París sigue en marcha. Los socios de Thiago manejaban ese asunto según lo planeado y él, cada segundo del día padecía la angustia de tener que poner fin a las únicas personas que en verdad lo amaban.

Por otro lado el pequeño príncipe sigue metido en la organización de la mejor fiesta de su vida, ya cumple diecisiete años y está a un año de ser el heredero más famoso del país que no se enteraba de nada a su alrededor. Más eso no le impide seguir siendo tan insoportable y hacer de las suyas.

A dos días de la celebración sus padres están listos para salir de casa y abordar el avión a París para un evento de la empresa M&B. El desfile de modas más importante y esperado por la familia Mulder. Pero a Nicolás solo le importaba realizar la mejor fiesta del mundo.

—Ya tengo todo organizado para la mejor celebración de la historia. —Sonríe emocionado contándole a sus padres.

—¿No te parece que te excediste un poco en los gastos? —Dice su madre.

— ¿¡Gastos!? Siempre es “Lo mejor, para lo mejor”—Sonríe señalándose— Que son unos cuantos miles de dólares menos para esta arca familiar.

—¡Hijo! —Interviene su padre —Cada centavo cuenta, no nacimos siendo ricos.

—¡yo, sí lo hice! ¿Cuál es el problema en mis gastos? Solo tengo lo necesario. —Se muestra afligido.

—Autos deportivos, motocicletas de colección, relojes de oro, guardaespaldas, pinturas caras, viajes alrededor del mundo, fiestas cada fin de semana desde hace 2 años. —Recalca el padre.

— ¿Estás reprochándome acaso? ¡Es increíble! Solo hago lo que hace un chico de mi edad.

—A tu edad yo estaba ahorrando cada centavo y trabajando los fines de semana, llegar hasta donde estoy no fue fácil ¿Qué has logrado tú?

—Si estás sermoneándome porque termine con Elena, déjame decirte que esa chica egocéntrica está loca. Siempre está imponiendo sus ideas, el ser mayor no le da derecho a tratarme como a un niño.

—No es por eso, quiero que empieces a ver las cosas como son, ¿Puedes explicarme que es eso de “Joven Amo”? —Interroga su madre.

Nicolás se carcajea y festeja eufórico como si eso fuera un gran logro.

—Es el respeto que me deben los empleados y personas ajenas a nuestra vida.

—Lo que haces es humillar a las personas, no eres su dueño, Nicolás. —Insiste su madre.

— ¡A ver! ¿Y cuál es el punto?

—Hijo—Habla padre—Solo esperamos que seas mucho mejor que ahora. Un poco de humildad no hace daño. Tener una buena posición social no te hace el dueño del mundo. Cuando regresos de París, todo cambiará. Lo prometemos.

Sus padres se acercan para abrazarlo. Puede que sea un niño mimado y egocéntrico, pero lo ama —Ya tengo todo organizado para la mejor celebración de la historia. —Sonríe emocionado.

—No te parece que te excediste un poco en los gastos —Dice su madre.

— ¿Gastos? Siempre es “Lo mejor, para lo mejor”—Sonríe señalándose— Que son unos cuantos miles de dólares menos para esta arca familiar.

—¡Hijo! —Interviene su padre —Cada centavo cuenta, no nacimos siendo ricos.

—¡yo, sí lo hice! ¿Cuál es el problema en mis gastos? Solo tengo lo necesario. —Se muestra afligido.

—Autos deportivos, motocicletas de colección, relojes de oro, guardaespaldas, pinturas caras, viajes alrededor del mundo, fiestas cada fin de semana desde hace 2 años. —Recalca el padre.

— ¿Estás reprochándome acaso? ¡Es increíble! Solo hago lo que hace un chico de mi edad.

—A tu edad yo estaba ahorrando cada centavo y trabajando los fines de semana, llegar hasta donde estoy no fue fácil ¿Qué has logrado tú?

—Si estás sermoneándome porque termine con Elena, déjame decirte que esa chica egocéntrica está loca. Siempre está imponiendo sus ideas, el ser mayor no le da derecho a tratarme como a un niño.

—No es por eso, quiero que empieces a ver las cosas como son, ¿Puedes explicarme que es eso de él joven amo? —Interroga su madre.

Nicolás se carcajea y festeja eufórico como si eso fuera un gran logro.

—Es el respeto que me deben los empleados y personas ajenas a nuestra vida.

—Lo que haces es humillar a las personas, no eres su dueño, Nicolás. —Insiste su madre.

— ¡A ver! ¿Y cuál es el punto?

—Hijo—Habla padre—Solo esperamos que seas mucho mejor que ahora. Un poco de humildad no hace daño. Tener una buena posición social no te hace el dueño del mundo. Cuando regresos de París, todo cambiará. Lo prometemos.

Sus padres se acercan para abrazarlo. Puede que sea un niño mimado y egocéntrico, pero lo amaban más que a nadie en el mundo.

—Me parece que hoy están más nostálgicos que nunca. —acepta de buena manera ese cálido abrazo familiar. —Parece que se estuviesen despidiendo, solo serán unos días ¡no quiero pensar cuando sea por un año!

Poco después los dos hermanos están juntos para despedir a sus padres, pero sin dejar claro ese malestar que se tienen.

—Me gustaría que, por un solo día, ustedes se muestren amigables. —Pide su madre.

—No es fácil sonreír teniendo al lado a alguien tan feo. —se burla Nicolás.

—Podre ser feo, pero no soy un niño berrinchudo, mimado, carente de afecto que cree que el dinero lo compra todo. —Añade Thiago molesto.

— ¡Por favor, son hermanos! Cuando no estemos en este mundo, solo se tendrán el uno al otro. —Hace hincapié el padre.

Con un abrazo y “Hasta pronto” abandonan la casa y ellos, solo unos segundos se mantienen juntos, para luego también dejar la mansión, cada uno por su lado.

—¿Saldrás esta noche? —Pregunta Nicolás.

—¿Algún problema con ello? —Responde el hermano.

—Ninguno, solo no quería que pienses que te sigo, así que te daré 5 minutos de ventaja. —le muestra la salida.

Thiago lo mira fastidiado y se marcha, sin saber que ambos coincidirían esa noche en el club “Son Tentación”

Mientras tanto

En otro punto de la ciudad, en uno de los distritos más pobres de la capital, en un mini departamento alquilado Adela celebraba su cumpleaños, pero como todas las personas responsables, debe dejar ese evento para algún otro día que no tenga que trabajar.

Aunque una pequeña sorpresa de cumpleaños alegra su corazón triste.

Estaba por irse a trabajar cuando en la puerta es sorprendida por sus amigos de la pensión con un pequeño pastel y velas prendidas cantándole.

“♩ ♩♩♩♩ Feliz cumpleaños a ti,

♩♩♩ feliz cumpleaños a ti,

♩♩♩♩feliz cumpleaños Adela,

♩♩♩♩feliz cumpleaños a ti”

Emocionada y mostrando su hermosa sonrisa sopla las velas, desatando el alboroto de sus cuatro amigos muy alegres que cuando gritan parecen ser veinte.

—Gracias por la sorpresa, creí que no se habían acordado —dice sonrojándose.

—Solo esperábamos a Mario para venir juntos, jamás olvidaríamos tu cumpleaños. —Expresa, Víctor abrazándola.

—Después del trabajo, aprovechando el fin de semana vendremos a comer el pastel y de paso nos tomamos unos tragos ¿Qué les parece? —Propone Claudia.

—¡Genial!—asiste Michael.

—Y como no tenemos que preocuparnos en volver temprano a casa, ya que vivimos en el mismo edifico nos quedamos hasta las seis de la mañana —se carcajea Mario.

Salen juntos al trabajo, el Club "Son Tentación" en la Molina.

La noche es larga y el trabajo agotador, pero de buena paga. Como cualquier día de trabajo, llegan temprano, se ponen sus uniformes y ocupan sus lugares. Desde hace tres años, los cinco mosqueteros, como suelen llamarse, han permanecido juntos. Pero esa noche, todo está por cambiar. El joven amo está de fiesta y sus acompañantes millonarios son peor que él.

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