Maicol
No puedo creer que se haya burlado de mí de esa manera… ¿En qué estaba pensando? Buscando consuelo en una mujer como ella, olvidando que tengo una familia, una imagen que proteger… y, sobre todo, que esta culpa me perseguiría siempre.
—Amor, tu celular… —la voz de Jessica interrumpió mis pensamientos, algo cansada—. Es la tercera vez que vuelve a sonar. Ya sé que esta reconciliación es lo mejor que nos pudo pasar, pero contesta, por favor.
Ni siquiera estaba seguro de qué demonios hacía aquí, fingiendo que todo estaba bien. Salí a buscar mi teléfono, rezando para que no fuera ella… pero lo era. Khloe.
Vi su nombre en la pantalla, y un nudo se me formó en la garganta. Colgué de inmediato y empecé a recoger mi ropa con prisa.
—¿Pero a dónde vas? —insistió Jessica, mirándome con confusión.
Respiré hondo, tratando de no decir algo hiriente, pero ya no podía seguir mintiendo.
—Jessica… perdóname por lo que voy a decir, pero esto… esto no fue una reconciliación.
—¿¡Qué estás diciendo!