¿Cómo podía ser?
Iba camino de pasar cuarenta y ocho horas con la misma persona.
¡Y no se cansaba de él!
Le oía gemir mientras él se dedicaba a deponer toda su atención en complacerle.
Sentía sus dedos enredarse en su pelo.
Notaba cómo lo invitaba a profundizar todo y más en su interior.
Si por él fuera no cesaría de comérselo durante toda la noche pero…
Su erección empezaba a doler.
Y sus bolas estaban cargadas y listas para explotar.
Logró crear hasta tres orgasmos al castaño quien ya ni siquiera lograba articular palabras con sentido.
A toda prisa, Sasha ascendió a través de su cuerpo distinguiendo como Dylan separaba todo lo que podía las piernas para darle espacio y cabida.
Ni necesidad tuvo de dirigir s