Me mira con mala cara y sé que todo va a cambiar entre nosotros, y aunque no lo quiera, este puede ser el final.
- Vamos a resolver esto, tú mataste a mi hijo y yo lo quiero de vuelta. Ahora, tu tendrás que darme lo que me robaste. - Su mirada fría y sus cejas fruncidas me dicen que no está bromeando. Pero yo tampoco.
- Yo no te robé nada, no es justo que me culpes a mi sin saber cómo fueron las cosas.
- Sé muy bien cómo fueron las cosas, estuve ahí, así que no me vengas con cuentos. No los necesito. Prepárate, porque, de hoy en adelante, sólo serás un vientre para mí.
- Ni lo sueñes, tú...
- No tienes derecho a decidir. - Aprieta mis manos y sé que no está jugando.
- No voy a soportar...
- Oh, cariño, lo harás.
Intenta besarme, pero no me dejo, corro rápidamente mi rostro, aunque su mano me lo impide tomando mi mejilla y obligándome a mirarlo a los ojos.
- Te vas a arrepentir de esto, Jason, cuando sepas toda la verdad, te juro que te vas a arrepentir. - Digo entre dientes mientr