Estamos en el sillón sudando como animales mientras mi sonrisa es ancha y mi cuerpo completo al fin está descansando ya que liberé lo que tanto guardé solo por ella.
- Jason...
- Nat...
- ¿Que haces aquí?
- Mi madre está aquí.
- Y pudiste dejar que ella se enterara de que no somos pareja.
- ¿Y perderme esto? No cambiaría por nada lo que siento a tu lado.
- ¿Entonces si me quieres?
- Puedes adivinar.
- Nunca lo dices.
- No necesito decir nada.
De pronto me mira y se ríe.
- ¿Que? - Exijo y ella aprieta los labios para no decir nada, la miro con mala cara hasta que habla.
- Te mordí.
- Si ¿y que?
- Te quedó una marca.
- Me gustan tus marcas.
- Todos preguntarán por eso.
- Que lo hagan, no importa.
- Pero se van a reír.
- Créeme, ni lo intentarán.
- Nooo, porque eres el gran Jason Cooper.
- Exacto.
- Egocéntrico.
- Pero me amas.
- Yo no dije eso.
- No puedes retirar lo dicho después de tanto tiempo.
Me mira y hace pucheros. Infantil, Ormeño.
- Eres una niña.
- Pero me amas.
- Yo no dij