Ardiendo en ti. Capítulo 25 Un corazón roto
Me levanto con cuidado para no despertarla, me meto a la ducha y luego salgo a vestirme, pido el desayuno, para luego mirar por la ventana la ciudad.
—Te ves como un ejecutivo sexi y candente —me dice parándose a mi lado, vestida sólo con una de mis camisas.
—No se supone que te veas tan jodidamente apetecible, tengo que ir a esa reunión —le digo casi llorando.
—Asegúrate de volver pronto.
Me deja un beso en la mejilla y camina de regreso a la habitación, contoneando las caderas y quitándose la camisa.
—A la mierda la reunión, me quedé dormido por el jet lag…
Un par de horas después entro a la sala de reunión con gesto relajado y saludo al hombre que me espera.
—Gracias por esperarme, no estaba preparado para el cambio de horario.
—Solo fueron treinta minutos, no se preocupe, señor Cavalcanti —eso se siente raro, pero me gusta—. Bien, el problema que tenemos con su mercancía es que no está cumpliendo con el contrato que firmamos hace unos meses.
—Exactamente, ¿en qué punto? —le digo c