Capítulo 50. Lucha en la cocina
—Brenda, tengo mucho trabajo —le explicó Paola y no es una excusa, en realidad está preocupada y quisiera que Joseph estuviera con ella.
—Tú cocinas con los ojos cerrados, eso del evento no es nada para ti, contrario a mí que la cocina es por completo física nuclear.
Paola se echó a reír.
—Puedo enseñarte lo básico, para que veas que no es nada difícil.
Brenda sonrió de manera tan emocionada que sus rasgos cambiaron, se veía tan dulce como su hermana Belinda, y Brenda no tenía nada de dulzura en su hermoso y tonificado cuerpo.
— ¿Qué te parece si tú me enseñas a cocinar y yo te doy unas clases en el cuadrilátero?
Paola se echó a reír y apreció la distracción con su ocurrente amiga, solo imaginarse ir al gimnasio ya sentía que le entraba nervios.
Paola siempre admiró la agilidad de Brenda, su confianza y valentía para enfrentar la vida.
—Olvidas que en las clases de defensa personal en el orfanato era la más terrible, creo que la hermana Carmela a sus noventa años lo haría mejor que yo