LA SUBASTA

Al día siguiente, Gerard y yo nos despertamos escuchando a nuestra pequeña, pidiéndonos que la lleváramos a la cama con nosotros, su padre tomándola de sus bracitos, acostada entre nosotros dos. Abracé fuertemente a mi hija, mientras Gerard se levantaba desnudo, entrando al baño en una pequeña carrera para que Celina no lo viera desnudo. Una vez que Gerard salió del baño con su bata de baño puesta, tomó a mi hija en brazos. sacándola del dormitorio para ir a la cocina y darle el desayuno, lo cual aproveché para levantarme de la cama, entrar al baño y asearme un poco, regresar al dormitorio a vestirme y bajar también a la cocina. para tomar mi taza de café. Una vez que terminamos de desayunar, Gerard me dio un suave beso en los labios, regresando a nuestra habitación. Tomé a mi hija en brazos, fui con ella a la sala, encendí la televisión porque quería ver sus dibujos animados favoritos, me senté en la alfombra jugando con mi pequeña y sus peluches. Por la tarde entré al baño a darme u
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