Por Emma
Salí de la mansión de mi jefe.
Esa tensión sexual, disfrazada de enfrentamiento, no iba a dejar nada bueno.
Poco a poco me está dominando.
Eso no me gusta y no estoy dispuesta a ceder.
El juego, ese de poder, se está yendo de mis manos.
¡Me besó dos veces!
Es un hombre imponente, atractivo, poderoso, de esos que paran el mundo.
No quiero que él pare mi mundo.
Me gusta ser independiente, y la independencia emocional es parte de mi paquete.
Tal vez por esa razón seguí adelante con mi exnovio, aunque desde hacía tiempo me había dado cuenta de que esa relación no estaba funcionando.
Luego descubrí, por casualidad, detalles que me hablaban de que él había estado con otras personas.
No soy celosa, pero tampoco soy cornuda.
No sé qué pretende Pupy de mí.
Sí, lo sé, pretende algunos encuentros o una relación abierta y yo no soy ese tipo de mujer que acepta cualquier cosa con tal de estar al lado de un hombre, aunque ese hombre sea el mismísimo Ricardo Candiles.
Estaba manejando hacía