Tuve miedo de girar y mirarlo, sabía que era mejor ignorarlo y entrar deprisa al departamento.
Pero yo no era así, siempre enfrentaba situaciones complicadas y les daba la cara. Solo que ahora era más complicado, no deseaba ver a Carlson, sus malditos juegos manipuladores me hacían ceder con demasiada facilidad.
Y como siempre, controlaba mi orgullo.
Decidí saltarme la parte en donde Carlson comenzaba a molestarme con sus discursos infantiles, y me di la vuelta para enfrentarlo.
Lo miré y de nuevo sentí ese extraño sentimiento de odio y ner
Sí, así como lo leen. Este es el final de esta historia. Pero tranquilas, habrá una segunda parte, emociomante y donde Aitor tendrá que vender el alma para que Chloe lo perdone. ¡No se lo pierdan! ;)