Olivia miraba a aquel hombre que le había jurado amor, estaba tan tranquilo frente a ella, observándola sin mostrar preocupación, un indicio que le dijera que existía arrepentimiento, pero al parecer solo podía ver el descaro en su actitud.
—Rafael, o ¿cómo debería llamarte? — rompió el silencio con un hilo de voz quebrada, se sentía dolida, dañada, su pecho ardía, estaba tratando de controlar sus lágrimas de coraje.
—Ay Olivia — suspiró con fastidio cruzado de brazos y recargándose a la pared —. No imaginé que vendrías y harías un escándalo, habíamos quedado en algo tú y yo.
—¿Qué dices?, ¿qué querías que hiciera? Si veo en las noticias que Rafael Ugarte ha tenido un accidente y ese hombre se dice ser mi esposo, además no sabía nada de ti, un mes, ni una sola llamada, y ahora te paras frente a mí, como si esto fuera mi culpa. Me has mentido… ¿Quién eres realmente? — soltó alterada.
—Rogelio Ugarte, Rafael es mi hermano… — dijo con total calma.
—¡¿Por qué me diste otro nombr