Capítulo 67. ¿Cómo lo supiste?
Chasqueando la lengua, Jorge entró mirando a Ana y a Samuel con reproche y burla a la vez.
— ¡Eres un infiel incorregible! — le reprochó a su hermano mayor, y Ana sentía tanta vergüenza que no se atrevía a levantar la cabeza.
—No digas tonterías, Jorge. Lo que acabas de presenciar fue un error. Ana y yo nos dejamos llevar — justificó Samuel de espaldas a Ana, lamentándose por la estupidez que acababa de cometer.
—Estupidez o no, los pillé besándose y si no hubiera venido por ti, ahora mismo estarían fornicando apasionadamente — se mofó Jorge, mirando a ambos sucesivamente.
Ana no pudo soportar la presión y salió casi corriendo.
—¿Qué te pasa, idiota? La hiciste sentir mal con tus comentarios imprudentes — le recriminó Samuel a Jorge, quien simplemente se carcajeó divertido.
—No se deben ofender, solo dije la verdad — replicó maliciosamente.
—Claro, tú eres el perfecto. A mí no me engañas. Sé que tienes colas que te pisen. Como también sé que tu esposa estéril no te satisface — contraa