— Deja de meterte en mi vida, Bruno, soy lo suficientemente mayor como para saber en lo que me estoy metiendo, —gruño molesta entrando en su departamento.
— Pues te comportas como una adolescente hormonal cuando estas cerca de ese tipo.
— No seas ridículo, además, se cuidarme perfectamente bien yo sola, —se quejó haciéndole frente, nadie más se atrevió a meterse en su discusión.
— No quiero que salgas lastimada, Jess, eso es todo, ese tipo solo quiere jugar contigo.
— Cedric, se llama Cedric, —le corrigió irritada. —Y nadie dijo que lo que tenemos sea algo serio, estoy consciente de que se irá pronto, —afirmó con calma.
— ¿Qué te está pasando? Tú no eras así.
— Solo quiero algo de emoción en mi vida, Bruno, eso es todo.
— Algo saldrá mal en esto, Jess y siento que tú serás la más afectada.
— Bruno, se en lo que me estoy metiendo y está bien, se cuáles serán las consecuencias si me involucro más de lo debido y no va a suceder, no saldré lastimada, —afirmó mirándolo con cariño. —Ya soy