Max ya le habia contado a Fernanda sobre sus planes para separarse del bufete, como antes, quería tener su propia clientela, sin estar condicionado por un superior. A ella le había gustado la idea, solo que le llevaria un poco te tiempo realizarla.
No queria trabajar en casa, así que se propuso buscar un lugar propio.
- Sé que quieres hacer esto, pero no tendrás un socio. Todo el trabajo será para tí.
- Ya se dará, con el tiempo, mientras, buscaré una secretaria legal.
- Que sea mayor, que no use maquillaje y que esté pasada de peso, por favor.
El sonrió ante la sugerencia.
- ¿No confías en mi?- dijo tomándola por la cintura.
- Nunca se sabe con que clase de persona te encontrarás.
- No te preocupes por eso, sabes que solo tengo ojos para tí. - le tocó la punta de la nariz.
- No es gracioso.- intentó soltarse su agarre, pero él la abrazó mas fuerte, la besó intensamente, mordiendo sus labios - soy solo tuyo, amor.
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Los planes de Max se dieron mucho más rápido de lo que él pensa