La cena fue muy agradable, Max se quedó mirando un momento Fernanda y dejó de prestar atención a su padre, ella sintió su mirada y volteó para verlo, sonriendo.
- Lo siento papá ¿que decías?
- Max, ven conmigo - le dijo Alexander, salió al amplio jardin, le ofreció un trago y un cigarrillo.
- Gracias, papá, solo el trago.
- Lo sé, solo fumas cuando algo te preocupa, igual que yo, solo quería decirte, que me alegro que estén bien, te veo. . . feliz.
- Lo soy papá, soy feliz.
Alexander tocó su hombro, se sentía satisfecho con lo que Max habia logrado.
- Estoy orgulloso de tí, has logrado mucho con tu vida, eres un abogado reconocido y también tienes una hermosa familia.
El continuó hablando.
- Dentro de poco dejaré la compañia, y tu hermano se quedará al frente, y me gustaria que te involucraras un poco más, yo sé que no es tu especialidad pero, le vendría bien el apoyo.
- Lo pensaré papá.
***
UNA SEMANA DESPUÉS.
-¡Max! - dijo ella apresurada- ¡Max ¿dónde estas?.
- ¿Qué pasa, estás bi