Vivian le agregó dos cubos de azúcar a su café. Viendo el rostro pálido de Silvia, no pudo evitar decir:
—Silvia, ¿realmente terminaste con Daniel?
Silvia sonrió amargamente:
—El señor Caballero y la señorita Cisneros deben ser amor de la infancia. Les deseo lo mejor.
—¡No es así! —dijo Vivian emocionada—. Silvia, no malentiendas. Daniel y Milena no tienen esa clase de relación. A Daniel no le gusta Milena.
—Escuché que Jorge ya comenzó a hablar con Leandro. Milena me lo dijo personalmente —Silvia no pudo evitar recordar lo que Milena le había dicho ese día, así como la escena que vio en la puerta del bar.
Vivian negó con la cabeza.
—Silvia, el abuelo nunca ha mencionado nada sobre Daniel y Milena. Siempre ha respetado las decisiones de Daniel. Solo sé que a Daniel le gustas tú.
Silvia se rió con sarcasmo:
—Si Jorge respeta sus decisiones, ¿por qué haría esas cosas?
No sabía qué quería ocultar Daniel, y tampoco quería saberlo.
Después de que ella y Vivian fueron secuestradas, él estaba