Daniel terminó de cenar y regresó a casa, encontrando que Vivian también tenía emocionadamente una invitación en la mano. Al verlo, le dijo con entusiasmo:
—Daniel, ¿qué regalo crees que debería darle a Silvia? Siento que no le falta nada.
Daniel sonrió amargamente y entró al estudio para manejar asuntos, planeando preguntarle a Silvia sobre la invitación al día siguiente.
Los Ferrero.
Carlos estaba bañándose, Fátima estaba sentada al borde de la cama revisando su teléfono, pero en la mesita de noche se escuchaba constantemente el sonido de vibración de mensajes.
Se sintió un poco curiosa, tomó el teléfono de Carlos para verlo, eran mensajes de la empresa.
De repente quiso revisar el teléfono de Carlos. Al abrirlo descubrió varios mensajes que la perturbaron.
Eran mensajes enviados por Carlos, dirigidos a Silvia.
"Silvia, escuché que terminaste con Daniel, ¿cómo te sientes?"
"Si no estás contenta, puedes venir a hablar conmigo."
"Silvia, no te pongas muy triste..."
Mensaje tras mensaje