Carlos acababa de firmar un contrato en un elegante restaurante. Estaba distraído, con la mente llena de imágenes de Silvia y Daniel juntos.
Al salir, notó una larga fila de personas esperando en la pastelería contigua, creando un ambiente muy animado.
Su asistente, al ver que miraba la pastelería, comentó:
—Señor Ferrero, esta es Dulce, una pastelería muy famosa en Alucia. Muchas personas conducen varias horas solo para hacer fila y comprar aquí. Se ha convertido en un lugar emblemático para toda una generación. Desafortunadamente, tienen suministro limitado, por lo que siempre hay gente que se queda sin comprar.
¿Dulce?
Ese nombre le sonaba familiar. ¿Dónde lo había escuchado?
Recordó aquel día cuando llegó a casa del trabajo y Silvia, entusiasmada, le mostraba lo que había comprado. La mesa estaba llena de diversos postres.
—Carlos, mira, esta es una tarta helada muy famosa. Hice fila durante tres horas para conseguirla. Pruébala.
Ese rostro sonriente era de Silvia. Con delicadeza,